Pasear por los bosques de la Serra de Tramuntana mallorquina y encontrarse de frente con un animal de más de 8 kilos propio del trópico ya no es descabellado. Se trata de coatíes (un mamífero gran depredador originario de Sudamérica) y del mapache procedente del norte del continente americano. Estas especies son consideradas invasoras porque desplazan y devoran a las autóctonas como conejos, el popular ferreret o las aves locales.

El Consorci per la Recuperació de la Fauna de les Illes Balears (COFIB), organismo participado por la conselleria de Agricultura y Medio Ambiente y la Fundación Natura Park, ha podido constatar que estas especies exóticas se están reproduciendo a marchas forzadas en la Serra de Tramuntana. Miquel Puig, biólogo del COFIB, explicó que "hemos podido capturar crías de coatíes que ya son nacidas en Mallorca y se están encontrando mapaches adultos en edad de reproducir en la Serra". Puig recordó que estas especies están creando colonias a raíz de adultos que han sido liberados por el hombre en el campo o se han escapado siendo mascotas.

Mucha gente adquiere este tipo de especies exóticas como animal de compañía. Al darse cuenta que son mascotas que tienen dificultades para vivir en espacios cerrados o crecen más de lo esperado los liberan en el campo. En el mejor de los casos los entregan a los servicios de control de fauna que los envían a zoológicos o los eliminan. Hasta el año 2012 se podían comprar en cualquier tienda de animales coatíes o mapaches. A partir de ese año se prohibió su comercialización.

"El coatí -relata Puig- vive en grupos familiares, come tanto carne como fruta y tiene una gran facilidad para desplazarse por los árboles. Aquí en Mallorca no hay un depredador para este tipo de animales que puede llegar a los 8 kilos. Ello provoca que nuestra fauna autóctona quede en inferioridad de condiciones". El biólogo indicó que se han adaptado a la Serra de Tramuntana, probablemente, porque es el lugar de Mallorca con más extensión boscosa y escasa presencia humana.

Además de estos mamíferos, existen otras especies que también pueden considerarse invasoras por sus efectos sobre la fauna autóctona. En el caso de las aves nos encontramos: la cotorra argentina, la cotorra de Kramer, ambas aves originarias de Sudamérica; el miná común procedente de Asia, o el tarro canelo, ave similar a un pato originaria del norte de África.

Los reptiles invasores catalogados por la conselleria de Agricultura y Medi Ambient son: la tortuga de Florida, la lagartija de cola larga africana y la serpiente de herradura que procede del Magreb.

La carpa común es un pez que está originando graves problemas, especialmente en las albuferas. Su forma de vida provoca que remuevan los fondos de las charcas y cambien por completo la características tróficas de las aguas de los parques naturales de s´Albufera de Mallorca o Es Grau de Menorca. Se están reproduciendo a marchas forzadas y prueba de ello es que el COFIB eliminó del medio casi dos toneladas el año pasado.

Los invertebrados como la procesionaria del pino o el picudo rojo son otras especies que están invadiendo el ecosistema mallorquín. Llegaron a la isla con la importación de plantas.

Especies exóticas no invasoras

En el COFIB también se encargan de recoger toda clase de ejemplares de animales exóticos, la mayoría de ellos adquiridos como mascota. Es el caso de boas, iguanas, monos, loros, guacamayos, entre muchos otros. Miquel Puig explica que estas especies no pueden considerarse invasoras porque no se adaptan al medio cuando los liberan. La mayoría de ellos mueren durante el invierno.

No obstante, desde el COFIB recomiendan que la gente se informe antes de adquirir un animal exótico como mascota. "Si desconocen su alimentación, cuánto crecerán y su forma de vida, lo mejor es adquirir un perro o un gato. Cuando se vuelven adultos mucha gente se desprende de ellos", explicó el biólogo.

El COFIB recogió en 2013, entre animales entregados por sus dueños y los capturados en el campo, 352 ejemplares de especies exóticas. De ellos, hubo 10 coatíes, 15 mapaches, 36 cotorras argentinas y 273 tortugas de florida. En total fueron 140 mamíferos, la mayoría de ellos capturados por los bosques de la Serra de Tramuntana. Un dato curioso es que solo una de cada 10.000 especies introducidas en un hábitat natural consigue adaptarse.