Cuando uno oye hablar hoy en día de videojuegos ya no tiene las sensaciones de hace unos años. Lejos quedan los tiempos en los que el sector del entretenimiento digital se reducía a algunos críos que se pasaban horas y horas enganchados a la consola jugando con Mario en su Nintendo. Con los años llegaron nuevas plataformas como la PlayStation de Sony o la Xbox de Microsoft, y con ellas la democratización de los videojuegos. De repente los juegos electrónicos se masificaron y empezaron a entrar en los hogares de todo el mundo. Y con ellos comenzaron a surgir por todo el mundo diferentes estudios de desarrollo. Y Mallorca no iba a ser la excepción. Pese a todo, nadie que viva en esta tranquila isla se podía imaginar que en Palma se encuentra uno de los pocos estudios de nuestro país capaces de desarrollar un videojuego con calificación AAA, el más alto estándar de calidad que un título puede obtener. Un videojuego AAA es como una gran superproducción de Hollywood, con un presupuesto millonario y que requiere de años de desarrollo y de centenares de personas trabajando en el proyecto. Si habláramos de fútbol, esto es la Champions League. Si hablamos de arte, estamos ante los Picasso o los Van Gogh de los videojuegos: la máxima calidad, aunque también con los precios más altos.

Åke Mora Temnerud es el director del estudio mallorquín Tragnarion Studios, que fue el primer centro de desarrollo de videojuegos que se creó en la isla. Hasta hace poco no era el único, pero la falta de financiación obligó a BandX a echar el cierre en el mes de mayo. "Su objetivo era el mismo que el nuestro: crear videojuegos AAA para consolas y ordenadores" afirma Åke. No hay que olvidar que estamos en uno de los sectores empresariales más competitivos y duros que existen. En un mundo globalizado, en el que las distancias no existen, algunas multinacionales trabajan 24 horas al día y 365 días al año. Estudios internacionales con filiales en Canadá, Gran Bretaña, India y Japón puede acometer proyectos de gran envergadura en mucho menos tiempo gracias a lo millones invertidos y a los miles de personas trabajando a escala planetaria. No en vano el sector de los videojuegos ya se ha convertido en la primera industria de entretenimiento mundial, por delante del cine y la música. Y en nuestro país no somos una excepción. El último anuario del sector elaborado por ADESE -la patronal de la industria de los videojuegos en nuestro país- revelaba que en España la cifra de negocio alcanzó los 822 millones de euros en 2012, situando a nuestro país en el cuarto lugar europeo, tras Reino Unido, Alemania y Francia.

Videojuegos en lugar de sol y playa

Está claro que la pregunta del millón es saber qué lleva a alguien a montar un centro de desarrollo de tal calibre en Mallorca. En la isla del sol y la playa, de los turistas y las hamacas, se hace extraño ver un estudio de tal magnitud. La idea nace de un grupo de apasionados y tímidos inversores extranjeros, locos por los videojuegos, que deciden en 2003 crear un estudio en Mallorca. Tal y como relata Åke Mora, todo empieza con un videojuego, con una historia. "Ellos tenían una idea, y entonces deciden invertir en crear una empresa de desarrollo para llevar a cabo su idea. En un principio se reunieron siete personas. Eso fue en septiembre de 2003. Y fíjate en lo que somos hoy".

Una década después de que se iniciara este apasionante proyecto son unas 40 personas las que trabajan en él. En estos diez años de recorrido, diferentes títulos de Tragnarion Studios han formado parte de las estanterías de las tiendas de videojuegos de todo el mundo. Con mayor o menor suerte, juegos para Nintendo, para iPhone y para PC han hecho las delicias de jugadores de todo el mundo. Y la mayor virtud de esta empresa es que tienen la posibilidad de poder trabajar para cualquier plataforma, desde dispositivos móviles hasta las futuras consolas de próxima generación: la PlayStation 4 y la Xbox One. Esto convierte al estudio mallorquín en uno de los pocos de nuestro país, y puede que de toda Europa, capaces de poder empezar a trabajar con las consolas de videojuegos del futuro.

Equipado con la última tecnología

Cuando te diriges a visitar un estudio de desarrollo de videojuegos los estereotipos te invaden, y hacen que te imagines un pequeño y desvencijado garaje repleto a partes iguales de trastos y de jóvenes melenudos con bermudas y chanclas, que no han visto una maquinilla de afeitar en su vida. Pero la realidad es otra. Si bien es cierto que las bermudas y las chanclas abundan en Tragnarion Studios, así como las barbas y las melenas, el entorno dista mucho de ser un viejo y desvencijado garaje. Las enormes instalaciones del estudio, en las inmediaciones del nuevo parque de bomberos de Palma, son tan impresionantes como el personal que allí se encuentra: jóvenes profesionales con una formación extraordinaria.

Ordenadores de más de 6.000 euros, dos estudios de grabación y una sala para realizar capturas de personas en movimiento frente a una pantalla croma, dan una idea de la inmensa complejidad -y de la enorme inversión- que hay en Tragnarion Studios. Para hacer uso de toda esta tecnología están algunos de los profesionales más capacitados del sector a nivel nacional, y posiblemente mundial. Y todos made in Mallorca.

Jóvenes formidablemente preparados como Ramiro Cibrian, diseñador de niveles, que se pasea descalzo por las oficinas, conviven junto a diseñadores gráficos, administrativos, programadores, ingenieros y creativos multimedia que hacen posible el milagro de convertir unos y ceros en espectaculares imágenes en movimiento. Aunque si hay un trabajo que es posiblemente el más deseado es el de QA tester, una suerte de probadores que pasan horas y horas usando el juego e intentando bloquearlo. Arturo Montesinos compagina ese trabajo con el de gestionar las redes sociales. Por si esto fuera poco, su experiencia como técnico de sonido le convierte en una de las piezas más polivalentes de la perfecta maquinaria que es Tragnarion Studios, un estudio independiente que pretende llegar a lo más alto del sector.

Scourge Outbreak

Entre los videojuegos de Tragnarion Studios se encuentra el título de culto The Scourge Project, juego que ha servido de origen a la nueva aventura del estudio: Scourge Outbreak. Concebido en un principio como un remake del título clásico, los problemas que se encontraron obligaron a hacer el juego desde cero. Tal vez por ello el nuevo videojuego del estudio mallorquín no es un título más. En él han trabajado más de 100 personas a lo largo de los últimos cinco años, y su lanzamiento por todo lo alto va a monopolizar la atención de los jugadores de todo el mundo durante los próximos meses.

Y es que Scourge Outbreak no es un juego cualquiera. Este título sale al mercado con la clara intención de competir en el sector más difícil: el de los juegos de disparos. Scourge Outbreak es un título surgido de la profesionalidad y la pasión de un equipo de jóvenes mallorquines. Al contrario que en las grandes superproducciones de Hollywood, donde lo primero es el guión y luego la película, aquí se empieza al revés, tal y como cuenta Åke Mora: "Primero empiezas con una idea, pero la diferencia con las películas es que en un videojuego lo importante es la idea sobre cómo se juega. El guión, la historia, es muy importante, pero las mecánicas de juego, cómo el jugador va a interactuar con el título, es lo fundamental. Tú tienes una idea de lo que sería una mecánica de juego divertida, pero no piensas en la historia. Tú piensas en lo fantástico que sería un juego que te permitiera hacer esto, esto y aquello. Pero no piensas en la historia. Es lo más importante en un videojuego: que la mecánica sea original y diferente".

El nuevo título de Tragnarion Studios salió a la venta el viernes en la plataforma on line Xbox Live por un precio que ha sorprendido a toda la industria: 10 euros. Hasta ahora ningún videojuego de la máxima calidad había salido al mercado con un precio tan bajo. Acostumbrados al rango de entre 50 y 70 euros, el hecho de que este título salga a un precio tan bajo obedece a una jugada que puede marcar tendencia en el futuro. "En el mejor de los casos, el desarrollador se queda con un 20% del precio, pero esto es como un milagro. Lo normal es que ronde el 10%. Vendiendo directamente a través de una plataforma digital en lugar de vender discos en tiendas, te quedas con un 70% del total, por lo que ganas lo mismo con una copia física que con una digital, con la enorme diferencia que supone vender por 10 euros en lugar de hacerlo por 60 o 70" afirma Åke Mora.

La presentación en sociedad de Scourge Outbreak se hizo esta misma semana en Londres, ante cientos de periodistas especializados de toda Europa. El siguiente paso será la próxima semana, en la feria internacional del videojuego de Málaga, Gamepolis. Mientras tanto, el trabajo no para en las oficinas de Palma. Una vez terminado el videojuego hay que ponerse manos a la obra con los diferentes contenidos descargables, con la página web y con el lanzamiento de la aplicación para dispositivos móviles.

Pero al contrario de lo que hizo Ícaro, estos jóvenes mallorquines están empezando a volar pacientemente, con la cabeza templada y los pies en el suelo, para así conquistar la cima del Olimpo de los videojuegos. El límite está en su imaginación.