La pradera de Posidonia que se extienden en los fondos marinos del Mediterráneo y que está considerada Patrimonio de la Humanidad, se está viendo seriamente dañada por las anclas de los yates. Los expertos calculan que a este ritmo en tres años no habrá Posidonia, sin la cual se transformará el aspecto de las playas de la isla de Formentera.