Estudio Lamela, en colaboración con la oficina mallorquina de SCT, remodelará el mítico hotel Formentor, el segundo Four Seasons de España, según anuncian hoy a través de un comunicado de prensa.

La mallorquina Barceló Hotel Group anunció en diciembre la venta del establecimiento de Pollença por 165 millones de euros al fondo de inversión andorrano Emin Capital, que junto a la cadena hotelera canadiense Four Seasons ejecutará su reforma para revalorizarlo como hotel de lujo.

Desde Estudio Lamela, autor de proyectos como el aeropuerto de Schiphol de Ámsterdam o el Centro Canalejas Madrid, se asegura que el célebre establecimiento mallorquín,” lugar de encuentro de príncipes, actores, estadistas y escritores en el siglo XX y XXI, mantendrá su seña de identidad”. Esto es “una línea blanca en el paisaje”, que a la vez se adaptará a las necesidades actuales de sostenibilidad y eficiencia energética que impulsa el sector turístico. Entre los proyectos de SCT destacan es Balaurd o el hotel Cappuchino.

"Mantendrá su seña de identidad, una línea blanca en el paisaje"

El objetivo de la remodelación es “volver a convertir al Hotel Formentor en ese edén del lujo y la cultura que siempre fue”.

La fecha de finalización de las obras se prevé para 2023 y contará con más de 100 habitaciones, todas con terraza y vistas al mar.

“Por los bellísimos jardines de hotel Formentor han paseado Don Felipe y Doña Letizia, entonces príncipes de Asturias, y, en su momento, sus 122 habitaciones han dado acomodo a Winston Churchill, Grace Kelly y Rainiero de Mónaco, Charles Chaplin, Mario Vargas Llosa, Audrey Hepburn, Gary Cooper o Camilo José Cela”, enumera Estudio Lamela.

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“Buena parte de los grandes nombres de la cultura y la sociedad internacional del siglo XX y XXI han disfrutado de esta Arcadia en plena naturaleza mallorquina”, se subraya, recordando cómo Jorge Luis Borges escribió: “Mallorca es algo parecido a la felicidad”.

Un día después de hacerse pública la operación de compraventa del histórico establecimiento abrieron sus puertas para deshacerse a precio de ganga de todos los enseres del interior del edificio principal. Los fondos de la venta, 160.000 euros, se repartieron entre ONG.