La Universitat de les Illes Balears acoge esta semana un congreso internacional sobre las ondas gravitacionales. El octavo Iberian Gravitational Waves Meeting 2018 ha sido inaugurado esta mañana por el rector de la UIB, Llorenç Huguet; el director del Grupo de Relatividad y Gravitación (GRG), Carles Bona, y el doctor Sascha Husa, uno de los principales investigadores de astronomía gravitacional de la UIB junto a la menorquina Alicia Sintes.

El congreso se prolongará hasta el próximo miércoles. Durante estos tres días, cuarenta investigadores interesados en el campo de la astronomía de las ondas gravitacionales (un nuevo campo abierto tras la histórica detección de la primera onda gravitacional). El objetivo es hablar los desarrollos más producidos en este área "en el contexto ibérico" en cuanto a instrumentos; análisis de datos y la teoría sobre las ondas gravitacionales.

Las jornadas tienen el apoyo de la UIB; el Institut d'Aplicacions Computacionals de Codi Comunitari (IAC3); el Institut de Física Teòrica (UAM-CSIC); el Institut de Ciències de l'Espai (CSIC); el Institut d'Estudis Espacials de Catalunya (IEEC); el Govern y el ministerio de Economía, Industria y Competitividad.

El grupo de GRG de la UIB es el único grupo español de investigadores que ha participado desde el principio en la iniciativa internacional LIGO, que en diciembre de 2016 asombró al mundo con el anuncio de la detección por primera vez en la historia de una onda gravitacional, él último fleco de la teoría de la Relatividad General de Albert Einstein que quedaba por comprobar. Desde entonces se han anunciado dos detecciones más y el descubrimiento no ha hecho sino cosechar premios y reconocimientos: del Premio Princesa de Asturias al Nobel de Física de 2017. Para la UIB, el grupo de Relatividad y Gravitación se ha convertido en un potente atractivo, ya que se han incrementado las solicitudes para formar parte de él. Asimismo, se han disparado las matrículas en Física.

Las ondas gravitacionales son alteraciones del espacio-tiempo producidas por fenómenos violentos del cosmos, como puede ser la fusión de dos agujeros negros. Poder recibir y registrar estas señales supone tener una nueva manera de estudiar el universo: la astronomía gravitacional.