El futuro no está escrito, sino que depende de las decisiones que se tomen hoy. Con esta premisa setenta y cinco científicos y diez catedráticos tienen el encargo de realizar el primer dictamen de prospectiva sobre cómo deben ser las Islas Baleares en 2030. El cometido lo encargó el Govern al renacido Consejo Económico y Social que dirige el economista Carles Manera, y debe estar listo en julio de 2019.

Con el cambio climático avanzando a marchas forzadas, es evidente que el factor ambiental deberá tener una importancia capital en el informe que elaborarán el casi centenar de expertos. De hecho, el colectivo más numeroso, a parte de los físicos, lo conforman los biólogos y los oceanógrafos y científicos expertos en cambio global del Imedea. Economistas, juristas, matemáticos, pedagogos, químicos, geógrafos y un filósofo completan el elenco, que contará con la coordinación científica del catedrático de la Universidad de Barcelona, Martín Parellada, y de la profesora de Economía Aplicada de la UIB, Elisabeth Valle.

El informe pretende analizar ocho escenarios de "reflexión" que concluirán con medidas concretas. En cuanto al cambio climático, se estudiarán los cambios esperados bajo diferentes escenarios, así como la necesidad de implementar medidas de mitigación y adaptación "en un intento de modular la magnitud de un fenómeno que ya es irreversible", según recoge el avance del plan.

A través de una Ley de la Ciencia y de otros instrumentos, el CES persigue incrementar también el número de investigadores, así como captar el "talento competitivo". La industria tampoco se queda fuera del análisis, así que el informe deberá responder a qué industria quiere Balears para su futuro. Lo que parece claro es que el CES quiere apostar por el desarrollo de nuevas formas de economía basadas en las tecnologías de la información, adaptándolas asimismo a la industria turística.

En cuanto a la demografía, se establecerán proyecciones de población y de sus pautas de consumo. En este sentido, se evaluará también la capacidad de carga actual de las infraestructuras (energía, agua, movilidad, residuos...) y se estimará su estado de cara al 2030.

La educación tampoco se quedará fuera del análisis promovido por el CES, ya que se pretende incluir propuestas de estrategias a desarrollar "con especial énfasis en las políticas públicas". Finalmente, las políticas para la mejora de la calidad del trabajo y políticas de bienestar social son otro de los ejes del plan.

El objetivo del informe es dar una "visión estratégica" de Balears que "ayude al equipo que le toque gobernar a priorizar y presupuestar las principales medidas de cara al futuro de la sociedad", señaló ayer Valle, en la presentación del avance del estudio. en declaraciones recogidas por Europa Press. El dictamen tendrá el reto de consensuar una posición común para hacer de las islas "una región referente" por su "calidad turística, por su capacidad de atraer talento y para el despliegue de nuevas actividades económicas".