El testigo protegido 29 del caso Cursach ha desvelado, en una entrevista publicada ayer en El País, que está aterrorizado por la persecución que está sufriendo desde hace meses y que tiene la sensación de que le han destrozado la vida. Este mismo relato lo realizó ayer tarde en una entrevista radiofónica al periodista Carles Francino, en la cadena Ser. "Me han dado una paliza, me han roto un diente y un par de costillas, me han dejado una esquela con mi nombre en el buzón, me han seguido por la calle, me han amenazado de muerte si no me voy de Mallorca, me han insultado en las redes sociales, escupido en un cajero automático, reventado las ruedes del coche, dejado excrementos en el capó...Y todo, por colaborar con la Policía y la Justicia". Así resume el excamarero de Tito'sexcamarero de Tito's los incidentes que ha venido sufriendo en primera persona como consecuencia de su decisión de colaborar con los investigadores. "Ahora quiero seguir adelante, pero si hubiera sabido todo lo que me esperaba, quizá me lo habría pensado mejor antes de colaborar. La protección a los testigos es un fraude", señaló en una entrevista telefónica que mantuvo con la periodista Mónica Ceberio.

"Hay mafias que no tienen miedo a la Policía ni a nada. Y yo estoy completamente solo aquí", señala en la conversación.

El extrabajador de la discoteca de Cursach aprovecha la entrevista para denunciar la falta de protección que tienen los testigos que colaboran en una investigación de tanto calado como la que se realiza en el juzgado de instrucción número 12. "He decidido hablar para ver si cambian las leyes, porque esto no es normal. Cualquier día me quitan de en medio. Incluso he escrito una carta diciendo que si me pasa cualquier cosa, que lo investiguen, que no me he suicidado, que yo no me voy a matar, que nadie se lo crea".