Cinco militares de la Comandancia General de Balears, adscritos al Acuartelamiento Jaime II de Palma, acaban de regresar de Senegal, donde durante un mes han instruido a las tropas senegalesas con técnicas de lucha contra el terrorismo y la insurgencia que amenazan al país africano. Los principales problemas que tiene Senegal es su frontera con Mali, donde pueden entrar grupos terroristas, así como los territorios del sur con asentamientos Tuareg que reclaman la independencia.
Al mando del capitán David Moreno; el teniente Jesús Enrique Ferrero, el subteniente Jaime Moragues, el brigada Javier Jiménez y el cabo David Recio han instruido a un nutrido grupo de militares senegaleses en las más modernas técnicas para luchar contra los ataques insurgentes, protección de autoridades contra ataques terroristas y detección y desarticulación de explosivos. Asimismo, pudieron practicar técnicas de asalto, combate en zonas de población y la escolta de convoyes militares.
El objetivo de los militares mallorquines en la misión, conocida como Operación Serval, era que después de instruir a sus compañeros senegaleses, estos pudieran trasladar y enseñar las técnicas aprendidas durante el mes de formación al resto del Ejército de Senegal.
El capitán Moreno relató que se prepararon durante un largo periodo de tiempo para poder realizar la misión. Entre otras cosas tuvieron que perfeccionar su francés, ya que optaron por utilizar el idioma nativo y no tener que depender de traductores. Para ello, recibieron clases de francés durante un mes antes de viajar hasta el corazón de África. Ello les permitió una rápida integración con la población civil y también con sus alumnos del ejército de Senegal.
"Intentamos poner sesiones de mañana y tarde, pero a los pocos días vimos que en África va a otro ritmo y por la tarde no estaban por la labor. Por ello, tuvimos que cambiar nuestra planificación y centrarnos solo por la mañana", relató el capitán Moreno.
El teniente Ferrero comentó que al ver la envergadura de sus alumnos africanos pensaron que estarían en muy buenas condiciones físicas. Sin embargo, no era así: "Tuvimos la idea de aplicar el paso ligero a una de las prácticas de combate en zonas urbanas y nosotros creíamos que nos dejarían detrás. Nuestra sorpresa fue comprobar que nosotros estábamos en mucha mejor forma física que ellos. Es una de las anécdotas curiosas".
La relación entre los militares senegaleses y los españoles llegó a ser estrecha durante el mes de estancia. Incluso realizaron algunas comidas típicas del Senegal, como es el arroz, donde compartieron todos juntos de la forma tradicional, que no es otra que sentados en el suelo.
"Es una gente sencilla y feliz con su forma de vida", explicó el subteniente Jaime Moragues. Se congratulan de que los recibieran con los brazos abiertos y agradecieran sus enseñanzas para que luego ellos puedan desarrollarlas con sus respectivas unidades."El Senegal es un país tranquilo, la gente es muy pobre, pero alegre y lo que vimos es que muchas cosas que para nosotros son utensilios básicos, para ellos son verdaderos artículos de lujo", relataban el Brigada Jiménez y el subteniente Moragues. Durante su estancia de un mes en ningún momento vivieron situaciones de peligro y recuerdan que Senegal es uno de los países con más tradición democrática de África.
El periodo de instrucción se desarrolló en la ciudad de Thiès, que es considerada la tercera localidad más importante del Senegal. Está situada a unos 65 kilómetros de la gran urbe senegalesa, Dakar, conocida mundialmente por el rally que enlazaba París con el país africano y que antes había sido colonia francesa. Los militares del Acuartelamiento Jaime II tuvieron la oportunidad de visitar Dakar y relatan que se trata de una ciudad donde reina la suciedad, no hay recogida de basura. Una de las curiosidades de las que se percataron fue que uno de los coches que circulan en mayor cantidad por Senegal es el Renault 12, un vehículo que hace más de 20 años que ya ha desaparecido de las carreteras españolas y ellos siguen utilizando. No hay normas de tráfico y las señales para regularlo escasean. El cabo David Recio se encargaba de conducir y explica que circular en vehículo por Senegal es un peligro permanente.
Los ejercicios militares
Las ejercicios de instrucción militar se desarrollaron en la zona de la universidad de Thiès. Allí utilizaron unos edificios en obras de la propia universidad para poder montar ejercicios prácticos con sus alumnos. Entre otras simulaciones de situaciones de conflicto pusieron en práctica el desmantelamiento de un depósito de armas que estaba escondido. El asalto de edificios con rehenes para su posterior puesta en libertad fue uno de los ejercicios más complicados de instruir por la aparatosidad del mismo. Se realizaron con simulación directa y los propios militares españoles asumieron la función de malos, un papel al que le tocó interpretar en la mayoría de ocasiones al cabo David Recio; y de los rehenes, protagonismo que asumió el brigada jiménez.
Los senegaleses estaban muy interesados en aprender técnicas policiales contra el terrorismo. En este apartado realizaron especial incidencia en la protección de autoridades para evitar que sean víctimas de un ataque de algún grupo terrorista o de comandos insurgentes.
Al final del mes de instrucción se organizó una ceremonia de entrega de diplomas para los participantes y celebraron un acto de despedida conjunto.
