La vicepresidenta del Govern y consellera de Turismo, Bel Busquets, admitió ayer en el pleno del Parlament que en Balears hay una "situación extrema" en lo que se refiere al número de viviendas de alquiler turístico y resaltó la "apuesta " del Ejecutivo para acabar con la oferta ilegal. "Vamos por el buen camino", afirmó a Carlos Saura, diputado de Podemos, quien criticó la "falta de acción" del Govern en esta materia, sin la cual no se producirá una "bajada efectiva" en el precio de alquiler y venta de viviendas.

Busquets rechazó que el Ejecutivo balear no esté actuando. Como ejemplo, resaltó que desde que entró en vigor la ley de alquiler turístico se han dado de baja 574 pisos que se dedicaban ilegalmente a esta actividad. A ello añadió la apertura de expedientes sancionadores a tres grandes plataformas digitales (Airbnb, TripAdvirsor y HomeAway) por comercializar oferta ilegal de alquiler turístico. "Tres multas a tres plataformas es una buena noticia", afirmó la responsable de Turismo.

Busquets defendió la apuesta del Govern por la vivienda, que forma parte de una política "transversal" de los distintos departamentos del Ejecutivo balear, e insistió en que está actuando para perseguir el alquiler turístico ilegal en las islas.

Saura consideró que, a pesar de la Ley, el ritmo para actuar contra esta situación "es demasiado lento"y que "lo que falta no es una regulación, sino acción por parte del Govern", al que exigió "acciones serias y efectivas". El diputado de Podemos enmarcó su pregunta a Busquets sobre el "impacto" que ha tenido la Ley de alquiler turístico en el "drama" para muchos ciudadanos, especialmente los jóvenes, de "no poder asumir" el elevado precio del alquiler de la vivienda sobre todo en Palma.

Airbnb

Precisamente Airbnb, una de las plataformas a las que el Govern ha abierto un expediente sancionador, dio ayer a conocer sus resultados el pasado año. La compañía de alquiler turístico informó de que su anfitrión medio en Palma ganó 6.898 euros en el año 2017 al compartir su espacio un total de 61 noches al año, mientras que el de Eivissa se llevó 10.544 euros compartiendo su espacio 49 noches al año, según informó Europa Press.

De acuerdo a los datos publicados, los anfitriones de Palma de Airbnb recibieron el pasado año a más de 220.000 huéspedes de 147 países y, además, desde Palma viajaron un total de 42.000 huéspedes a otros destinos. En Eivissa, los datos muestran que se recibieron a más de 100.000 huéspedes de 124 países, mientras desde la Pitiusa mayor 8.000 huéspedes viajaron desde a otros destinos.

A nivel nacional, el anfitrión típico ganó 3.572 euros compartiendo su espacio 38 noches al año. Además, el año pasado, España dio la bienvenida a más de 8,1 millones de huéspedes, y casi 4,4 millones de huéspedes viajaron desde España a otros destinos a través de esta empresa. Así, la rentabilidad de Palma para la plataforma de alquiler de viviendas turísticas duplica la media española, pero queda lejos de Eivissa.