La presidenta del Govern, Francina Armengol, afirmó ayer en el Parlament que el puerto de Palma "ni está ni estará preparado" para recibir megacruceros de 400 metros. Armengol acabó con esta frase su respuesta en el pleno de la Cámara balear a Laura Camargo, diputada de Podemos, pero fue interrumpida por el presidente del Parlament, Baltasar Picornell, al habérsele acabado el tiempo de intervención. En los pasillos del Parlament, Armengol precisó que en la actualidad la "tendencia" es que los grandes cruceros tengan este tamaño, mientras que hasta ahora son de aproximadamente 300 metros, y aseguró que el futuro plan director del puerto no incluirá ningún cambio que permita la llegada de embarcaciones de estas dimensiones.

Lo cierto es que estos megayates todavía no existen. Por ahora, el crucero más grande es el Symphony of the Seas, que tiene 362 metros de eslora. Esta embarcación llegó el pasado día 8 al puerto palmesano, en donde está previsto que recale todas las semanas.

Precisamente coincidiendo con la llegada de este buque, la Autoridad Portuaria de Balears (APB) puso en servicio la nueva estación marítima número 6, en la plataforma adosada del dique del Oeste. Según explicó la APB, la nueva infraestructura sustituye a la anterior carpa provisional cuyas dimensiones eran "insuficientes para atender con garantías de calidad y buen servicio a los cruceros turísticos de esloras superiores a los 300 metros".

La nueva estación marítima está formada por una edificación con una superficie útil de 9.280 metros cuadrados y unos espacios exteriores cubiertos de 3.575 metros cuadrados.

Negociación para limitar

Camargo se refirió ayer en el pleno del Parlament a la "masificación" que se vivió en Palma con la llegada del Symphony of the Seas y consideró que "hay que poner hilo a la aguja" ante la "falta de control total" sobre los puntos de entrada de los turistas a Balears, es decir, puertos y aeropuertos. La diputada de Podemos defendió la necesidad de limitar a tres como máximo el número de cruceros que lleguen a la vez al puerto palmesano.

En su respuesta, Armengol recordó que puertos y aeropuertos son competencia estatal, pero se mostró de acuerdo en la necesidad de adoptar iniciativas que frenen el elevado número de megacruceros que pueden llegar a las islas. "Voy a ser muy clara, nuestro modelo no es el de los megacruceros en el puerto de Palma", dijo la presidenta del Govern.

Precisó que el Ejecutivo balear y el ayuntamiento de Palma están negociando con la Autoridad Portuaria para reducir el impacto de los grandes cruceros. En este sentido, apostó por que lleguen a Palma de manera escalonada, en lugar de hacerlo en el mismo día, y resaltó la futura reforma del Paseo Marítimo con el fin de que haya nuevos puntos de entrada. A ello añadió el estudio encargado a la UIB sobre el impacto medioambiental de estas grandes embarcaciones y aseguró que los cruceros que lleguen a Balears "serán cada vez más eficientes" energéticamente.