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Agricultura

El Govern deja a las fincas de menos de cinco hectáreas sin insecticidas contra la Xylella

Medio Ambiente excluye a los pequeños productores del suministro de fitosanitarios contra el vector de la plaga

Una finca de almendros afectada por la mortandad del árbol en Santa Margalida. a.c.

El Govern ha dejado a los pequeños propietarios de fincas de almendros de Mallorca sin insecticida para combatir al vector de la Xylella. El insecto que transmite la plaga inicia ahora su ciclo biológico llenando de su espuma los campos de la isla y Medio Ambiente ha dejado fuera del suministro de insecticidas a las parcelas de almendros -la especie más afectada por la bacteria- de menos de cinco hectáreas, a las de olivos también de menos de cinco, y a las de viña de menos de dos.

El Servicio de Mejora Agraria y Pesquera de las islas (Semilla), dependiente de la Conselleria de Medio Ambiente, puso en marcha a finales del pasado mes de marzo su campaña de suministro de productos fitosanitarios para combatir al espumador (philaenus spumarius), el insecto que propaga la Xylella. A pesar de que los investigadores de la UIB todavía no han logrado detectar en Mallorca muestras de este insecto con la bacteria, su hallazgo en la región italiana de Apulia y también en Alicante se considera suficientemente concluyente como para combatirlo en la isla.

Del suministro de las sustancias Caolí, Azadiractin, Deltametrin y Piretrines, cuyo periodo de solicitud acabó el viernes pasado, han quedado excluidas sin embargo, en el caso de los almendros, las fincas de menos de cinco hectáreas, muy comunes en la isla, como es el caso de pequeños propietarios. También se han dejado fuera las parcelas de menos de cinco hectáreas de olivos y de menos de dos de viña. Del mismo modo, Semilla estableció también superficies máximas: 25 hectáreas para los almendros, 15 hectáreas para los olivos y 10 para la viña.

Según explican desde la Conselleria de Medio Ambiente, este criterio se ha establecido para la dosificación de estos productos. "Estos fitosanitarios se comercializan en botellas para un número de hectáreas", explican desde la Conselleria. Además, los productores debían tener inscritas sus parcelas en el Registro Interinsular Agrario y, en el caso de las viñas, en el Registro Vitivinícola.

Empieza el ciclo reproductivo

La lucha contra el vector empieza en un momento en el que inicia su ciclo reproductivo. En los meses de primavera el espumador aprovecha para esparcir en la vegetación baja una espuma blanca protectora en la que deposita sus ninfas. En mayo y junio, cuando crece este insecto, se alimenta de los nutrientes que circulan por los xylemas de los árboles, y en caso de estar infectado por la Xylella, la bacteria se instala en su pico, y la transfiere inevitablemente al siguiente árbol del que se alimenta. Por este proceso, una de las primeras recomendaciones de Sanidad Vegetal en el código de buenas prácticas para evitar la Xylella está evitar las malas hierbas como ortigas o la planta de las margaritas cerca de los cultivos, para evitar la cría de nuevos vectores.

La lucha contra el vector ha sido uno de los frentes para combatir la plaga de Xylella desde que se detectó en las islas. Cabe recordar que se estima que hay hasta un millón de almendros infectados entre muertos y enfermos y que también afecta a acebuches, higueras, olivos, viñas y plantas ornamentales, ante los que Medio Ambiente aplica un protocolo de contención que pasa por la eliminación de los enfermos y el análisis de toda especie hospedante en un kilómetro a la redonda.

Mismo vector en Alicante e Italia

Sin embargo, la investigación del vector encargada al investigador de la UIB, Miguel Ángel Miranda, y financiada con 200.000 euros de fondos europeos, a día de hoy todavía no ha dado resultados. Sus prospecciones en el campo de la isla no ha logrado dar con un espumador portador de la bacteria. Sin embargo, ante la falta de avances de la universidad, el departamento de Sanidad Vegetal ha decidido seguir adelante con la lucha contra el vector por los precedentes de la región italiana de Apulia, donde se encontró la bacteria en el vector, y de Alicante, donde también se ha encontrado.

A partir de los meses de verano se prevé que, como ya ocurrió el verano pasado, los síntomas de la Xylella vuelvan a hacerse visibles, especialmente en los campos de almendros, con la desecación de las hojas desde la punta adoptando un color amarillento. Paralelamente a la lucha contra el vector, el área de Sanidad Vegetal investiga, con inoculaciones en invernadero, las variedades de almendro más resistentes a la bacteria.

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