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Sanidad

Por una Primaria de primera

Los profesionales se quejan de la alta frecuentación de los servicios de urgencias por problemas que no son tan graves

"Tenemos un montón de actividades, muy variadas, que unidas a nuestra actividad diaria, las consultas, las urgencias o los domicilios, hacen que difícilmente podamos atender todas con satisfacción. O al menos en mi caso. Y es que además en esta profesión siempre surgen imprevistos", sostenía ayer una enfermera del centro de salud de s'Escorxador con treinta años de experiencia.

"Habría que sustituir al personal ausente al cien por cien ya que en caso contrario no hay posibilidad de dar más citas y generas más urgencias que te impiden desarrollar actividades programadas", proseguía su evaluación esta profesional veterana que también achacaba parte de la culpa a los hábitos de la sociedad actual, unos hábitos que hacen que ante cualquier malestar todos quieran una solución inmediata.

"Hay dolencias que tan solo necesitan reposo. Pero la gente ya no sabe esperar, por eso hay una mayor frecuentación y más presión asistencial. ¿Cómo solucionar esto? Educando a la población. El problema es que no tenemos tiempo para hacerlo por esa mayor frecuentación. Es la pescadilla que se muerde la cola", concluía un lúcido análisis de la realidad de los centros de salud de Mallorca.

En la misma línea se manifestaban algunas compañeras enfermeras. Joana Maria corroboraba que se colapsan las urgencias sin atenciones realmente necesarias. "Le das a una persona un tratamiento de antibióticos que empiezan a hacer efecto a las 48 horas y tras el primer día tomándolos viene quejándose de que no mejora", ponía como ejemplo.

Antònia, en el caso concreto del centro de salud de s'Escorxador, se quejaba de una infraestructura con muchas deficiencias que, además, no se pueden solventar al tratarse de un edificio protegido. "En verano no tenemos aire acondicionado, aunque parece que en breve nos mudaremos a otro centro (Bons Aires) que van a construir en el Psiquiátrico", explicaba refiriéndose al cambio de ubicación que, admitió, "no ha sentado bien a muchos de nuestros pacientes. Sobre todo a los más mayores que solo tienen que cruzar la calle para venir".

Preguntadas sobre si se consideraban menospreciadas frente a la atención hospitalaria, que recibe más recursos y más medios, sostuvieron que no. Y la coordinación entre ambos niveles asistenciales es buena, recalcaron. "Y más aún desde que hace más o menos un año se ha creado la figura de enfermera gestora de casos que actúa como intermediaria entre los centros de salud y los hospitales", recalcó Antònia.

Joan, un paciente que abandonaba el centro, hablaba de la "falta de agilidad" al referirse al principal problema de Primaria. "Yo no suelo venir mucho pero cada vez que tengo un problema me dan cita para una semana después, por lo que generalmente tengo que volver de urgencias. ¿La solución? Lógicamente habría que poner más personal, pero también optimizar los recursos disponibles. No es raro que estemos varios pacientes aguardando en la sala de espera bastante tiempo cuando de la consulta del médico ya ha salido hace rato el último enfermo", lamentaba.

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