Este año será el primero en que tanto las recuperaciones de segundo de Bachillerato como la Selectividad se harán antes del verano y no después, en septiembre, como se había venido haciendo hasta ahora. El lunes en el consejo asesor del calendario escolar de la conselleria de Educación algunos participantes mostraron su discrepancia con este punto, pero la propuesta para el curso que viene salió adelante. Además la Asociación de Directores de Secundaria avanzó que propondrán para el futuro adelantar también las recuperaciones de primero de Bachillerato y algunos cursos de ESO.
Movimientos en la UIB
El tema tampoco genera unanimidad en la Universitat, como se vio en el Consell de Govern del pasado 20 de marzo en el que también se aprobó el calendario para el próximo curso. Desde el Consell d´Estudiants se ha pedido a la comisión académica un informe sobre los resultados de las convocatorias extraordinarias de las pruebas de acceso desde 2011 hasta 2017 para compararlos con los que se obtengan en julio de éste año y el próximo. La idea de los alumnos es poder hablar con evidencias concretas y no a partir de "sensaciones". Así que este curso y el próximo sí o sí las recuperaciones y Selectividad se quedan antes del verano, pero según los estudiantes la UIB no cierra la puerta a volver a septiembre a partir del 2019-2020. El melón del calendario escolar ya está abierto.
El daño del caso Cifuentes
En la Universitat es un tema casi imposible de no comentar: el del máster de Cristina Cifuentes y el papel de la Universidad Rey Juan Carlos. La institución madrileña es la principal afectada (¡y sus pobres alumnos y titulados!), pero en la UIB, como en todas las universidades, son conscientes de que el escándalo también repercute en la imagen de los centros de formación superior españoles y en concreto en los títulos de máster. De hecho, en los medios ya aparacen artículos cuestionando si estos postgrados responden a algo más que la mera 'titulitis'.
Colegios que eligen perfiles de profesor
La gran novedad a nivel de plantillas para el curso que viene es la perfilación de plazas: los equipos directivos (con el visto bueno del claustro y el consejo escolar) pueden pedir un perfil de profesor mucho más específico de lo habitual para un 20% de las plazas (como máximo), argumentando que es para llevar a cabo proyectos innovadores. El tema trajo su polémica y resistencias sindicales, pero la iniciativa prosperó. Así, el curso que viene un total de 36 centros educativos perfilarán plazas docentes. La inmensa mayoría son colegios (donde el trabajo por proyectos y los nuevos métodos están más extendidos) y los perfiles más solicitados son los de profesores especializados en "metodologías globalizadoras del aprendizaje" y en "convivencia y educación emocional". Otros 26 centros han sido excluidos de la convocatoria.
El fervor de la innovación
Las sesiones formativas y de intercambios sobre nuevas metodologías se suceden cada vez con más frecuencia en Mallorca, siguiendo el ritmo de lo que ya hace años que está muy avanzado en Cataluña (ayer volvían a estar por aquí para trabajar con directores de centro Boris Mir, de Escola Nova 21, y Pepe Menéndez, responsable de los colegios jesuitas catalanes).
Al concluir el tiempo de la reivindicación, ha empezado el hervidero de la innovación. Hay ganas y motivación y eso es bueno (más que eso: debería ser imprescindible para ejercer la docencia, pero eso no hay evaluación ni inspector que pueda medirlo). Pero en medio de esta eclosión, hay profesores que ya están llamando a la calma: ojo con los que se autoproclaman gurús; ojo con aquellos que hablan sin haber pisado un aula; ojo con lanzarnos a lo loco a aplicar de cualquier manera métodos que suenan modernos porque son en inglés. Con esto, como en todo, es cuestión de cribar.
