Cada día en el que el matadero municipal de Manacor esté cerrado se tendrán que sacrificar unos 150 animales en cualquiera de los otros mataderos de la isla, esto es, el de Palma, Felanitx o Inca, según revelaron fuentes de la dirección general de Salud Pública.
Como se recordará, el ayuntamiento de Manacor comunicó el pasado lunes a la dirección general de Salud Pública que a partir del próximo viernes comenzará una "parada técnica" en la infraestructura municipal para acometer las reformas solicitadas por la segunda para garantizar que todo el proceso de sacrificio y despiece de los animales destinados al consumo humano cumple la normativa y no entraña ningún riesgo para la salud de los consumidores.
Aunque no se sabe aún con precisión cuánto tiempo estará cerrado el matadero, fuentes municipales aventuraron que el cierre podría prolongarse por espacio de dos semanas e incluso más.
Por su parte, Lucía Tascón, jefa de sección de Mataderos e Industrias Cárnicas de Salud Pública, detalló que en el primer trimestre del año pasado se sacrificaron en el matadero de Manacor un total de 200 bovinos (terneras y añojos), 9.000 ovinos y caprinos, 400 cerdos grandes y 3.000 lechonas.
Extrapolando estos datos a cada una de las jornadas del citado trimestre, se podría decir que cada día se sacrifican en Manacor unos 2 bovinos, unos 100 ovinos y caprinos, cerca de 5 cerdos grandes y más de 33 lechonas. Más de 150 animales diarios si se contabilizan los festivos en los que no hay actividad en la infraestructura.
Sobre el caso del escorxador de Manacor, Tascón confirmó que en la infraestructura se habían detectado una serie de deficiencias que había que subsanar y que finalmente ha sido el ayuntamiento el que ha tomado la iniciativa para hacerlo.
Entre las irregularidades detectadas citó que no funcionaban los aparatos limpiabotas necesarios para que los trabajadores pasaran de la zona de corrales a la zona limpia (donde se manipula la carne destinada al consumo humano) sin riesgo de provocar contaminaciones cruzadas. O que tampoco estuvieran operativos todos los dispositivos para desinfectar los cuchillos y otros útiles de la actividad así como para la higiene de los propios operarios.
Pese a que la jefa de sección rechazó que estas disfunciones implicaran un riesgo para la integridad de los consumidores, en cuyo caso recalcó que Salud Pública hubiera procedido al cierre del matadero, sí reveló que la no subsanación de las mismas implicaría sanciones que podrían oscilar entre los 60.000 y 100.000 euros, en función de la cantidad de infracciones o la gravedad de las mismas. Tascón minimizó por último las consecuencias del cierre del matadero de Manacor al recordar que en otra ocasión se clausuró el de Palma, de mayores dimensiones, y que el resto de mataderos de la isla asumieron sin problemas su carga de trabajo.
