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Análisis: Ni Armengol ni Company, serán los canarios, por Mateu Ferrer

En este vuelo hacia la consecución del 75% de descuento para residentes, Francina Armengol y Biel Company se pegan codazos para pilotar el avión y ser el primero en bajar la escalerilla. En este año preelectoral y que tan pocas sorpresas nos depara para el interés general, ambos persiguen llevarse el rédito de conseguir esta justa mejora para paliar la insularidad. En el pleno de ayer en el Parlamento balear -uno de los más políticos de los últimos tiempos, como debería ser cada martes- se vivió un intenso debate al respecto. La presidenta del Govern y su principal adversario buscan apuntarse el tanto.

La primera aprovechó la sesión para anunciar que volaba a Tenerife para reunirse con su homólogo, mientras el segundo trataba de explicar a los periodistas que el PP está encima del asunto. Ni el popular ni la socialista tendrán el mérito de que finalmente se apruebe incrementar la subvención aérea para los residentes. El éxito es exclusivamente de los diputados canarios Pedro Quevedo -sobre todo- y Ana Oramas. Su voto imprescindible para que Mariano Rajoy apruebe los presupuestos generales es el que permitirá que de rebote la ciudadanía balear se beneficie del descuento del 75%. Dos escaños -uno de Nueva Canarias y el otro de Coalición Canaria- tienen la fuerza suficiente para lograr una histórica reivindicación. El empeño de Quevedo y el seguidismo de Oramas demuestran que el voto regionalista puede tener peso en Madrid si se tocan las teclas adecuadas.

Normal que Jaume Font, que en el affaire canario lleva mucha ventaja a Armengol y Company, estuviera ayer tan exultante.

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