El matadero municipal de Manacor cerrará sus puertas el próximo viernes para poder subsanar las serias deficiencias detectadas por los inspectores comarcales de Salud Pública desde hace ya muchos meses y que no estaban siendo solucionadas por la empresa encargada de la gestión de una infraestructura muy antigua y en la que no se habrían acometido las tareas de mantenimiento necesarias.
Tal y como confirmó la directora general de Salud Pública, Maria Ramos, el pasado viernes recibieron una carta del ayuntamiento de Manacor en la que les informaban de que, haciendo caso de sus anteriores requerimientos, el próximo viernes procederán a cerrar el matadero para acometer mejoras en una infraestructura que, recalcó Ramos, "era muy vieja, de hace más de treinta años, y con problemas de mantenimiento".
Desde el ayuntamiento de Manacor no supieron precisar cuánto tiempo durará un cierre que calificaron de "parada técnica" aunque se baraja la posibilidad de que la clausura se prolongue al menos durante un par de semanas. Durante este cierre, los diferentes "entradores" de animales de este matadero tendrán que llevarlos a los de Palma, Inca o Felanitx para su sacrificio y despiece.
Entre las deficiencias detectadas en este matadero se encontrarían problemas relativos al bienestar animal, esto es, no habría registros del aturdimiento previsto para los diferentes animales previo a su sacrificio.
También brillarían por su ausencia equipos para la higiene de los trabajadores del matadero así como para la desinfección de los cuchillos y otras herramientas que se usan en esta actividad.
Contaminaciones cruzadas
Asimismo, según se especificaba en un informe realizado por Salud Pública el pasado verano, el procedimiento del sacrificio de animales no era del todo correcto por lo que existiría un riesgo de contaminaciones cruzadas ya que no habría delimitaciones ni separaciones claras entre las zonas donde se manipulaban las "partes sucias" del animal con las áreas en las que se trabajaba con las "partes limpias".
"Había deficiencias, pero no eran muy severas. Si fueran tan graves como para poner en riego la salud de la población, hubiéramos tomado medidas nosotros", matizó Ramos.
Lo que sí quiso dejar claro la directora general de Salud Pública es que se había producido un cambio de actitud en el consistorio manacorí, que de un tiempo a esta parte se habría mostrado más dispuesto a colaborar con Salud Pública y a subsanar las deficiencias halladas por sus veterinarios. "Es una buena noticia que el ayuntamiento de Manacor se haya ocupado de su matadero y haya decidido cerrarlo para arreglarlo ya que si no lo hubiera hecho lo habríamos cerrado nosotros", recalcó la directora general.
El propio concejal de Manacor responsable del matadero, Antoni Sureda, confirmó el cierre del próximo viernes decidido, dijo, tras mantener una reunión con ganaderos y la concesionaria del servicio, Serveis Escorxador Manacor S.L., una empresa de la que confesó que lleva explotando el matadero desde "toda la vida. Obtuvo una concesión de hecho".
Paga el Ayuntamiento
Preguntado sobre durante cuánto tiempo se podría prolongar el cierre, el concejal manacorí habló de unas dos semanas aunque sin concretar nada ya que, admitió, este plazo podría ser superior. Lo que sí aseguró es que el pago de la subsanación de las deficiencias detectadas correrían a cargo del ayuntamiento toda vez que la empresa concesionaria se habría negado a sufragarlas.
Asimismo, Sureda explicó que los servicios jurídicos llevan ya un tiempo trabajando en la redacción de un concurso público para adjudicar cómo toca la explotación del matadero municipal. Y el principal escollo a esta licitación se encontraría en los problemas en determinar qué maquinaria pertenecería a la antigua empresa explotadora y cuál al consistorio de la capital de Llevant.
También reveló el concejal que, pese a que la actual legislación impide a los ayuntamientos gestionar los mataderos, la conselleria de Agricultura habría eximido a Manacor de esta restricción a través de un decreto de servicio público aplicado por la "cultura de matadero" que atesoraría el consistorio de Llevant.
En el matadero municipal de Manacor, que cuenta con una plantilla de entre diez y once trabajadores habituales más un veterinario y dispone de un servicio nocturno, se sacrifican anualmente unos 40.000 corderos, 20.000 lechonas que mayoritariamente van dirigidas a restaurantes, 4.000 cerdos para charcuterías y supermercados y unos mil bueyes.
Así, por volumen de producción, es el más representativo de la isla tras el de Palma y bastante por delante del de Inca y el de Felanitx. La infraestructura fue inaugurada en el año 1989, hace ahora 29 años, para dar servicio a empresas y a particulares de hasta nueve municipios de la comarca de Llevant.
