El alcalde de Palma, Antoni Noguera, afirmó ayer que la llegada de ocho cruceros al puerto de Palma en un mismo día "no es sostenible" y que está negociando con Autoridad Portuaria para que el futuro Plan Director del Puerto ponga límites. "La ciudad ha de gestionar con éxito, no morir de éxito", dijo Noguera quien incidió en que "el problema no es tanto que venga el crucero más grande del mundo, como que haya al mismo tiempo siete u ocho cruceros" en el puerto palmesano. Con estas palabras se refería a la llegada del Symphony of the Seas, el megabarco que el domingo empezó sus escalas semanales en Palma en medio de la polémica por el impacto ambiental que supone.

Noguera recordó que en la actualidad el Ayuntamiento trabaja en la redacción del PGOU de Palma y la Autoridad Portuaria en el Plan Director del Puerto, una coincidencia que se traduce en un "momento histórico" para plantear que "la llegada a la vez de ocho cruceros es excesiva" y que es necesario "poner equilibrios y techos". El alcalde defendió que es preciso establecer estas limitaciones para que "el turismo que venga a Palma tenga una buena experiencia" y se mostró convencido de que el futuro Plan Director del Puerto "dará respuesta" a este problema.

Agenda política

La preocupación por el exceso de turistas de crucero se ha colado ya en la agenda política, a las puertas de la temporada alta. El crucero más grande del mundo fue recibido el domingo en Palma por más de cien personas en contra del "turismo desmesurado" que a su juicio simboliza el Symphony of the Seas.

Tras esta manifestación, el presidente de Pimem, Jordi Mora, emplazó ayer a Autoridad Portuaria a elaborar un Plan Director "adecuado a la sostenibilidad del territorio y que no dañe la actividad económica". Para Mora, la llegada a Mallorca de cruceros de manera "más escalonada" reduciría el "impacto medioambiental" y a la vez "calmaría" a una población que exige un cambio del modelo turístico balear. Añadió que los cruceros implican una actividad económica "muy importante para todos los sectores" de Balears, pero "también deben intentar no dañar la sostenibilidad del medio ambiente" de las islas.

Los partidos políticos también reaccionaron ante la polémica por la llegada a Palma del crucero más grande del mundo. El nuevo portavoz parlamentario de Més per Mallorca, Josep Ferrà, afirmó que el objetivo de la consellera de Turismo, Bel Busquets, es encontrar un equilibrio entre la afluencia masiva de turistas y la conservación del Medio Ambiente, para lo cual trabaja con el fin de que la llegada de cruceros sea más "escalonada". Además, defendió la necesidad de estudiar si es posible reducir la llegada de estos grandes cruceros.

Certificado ambiental

El portavoz parlamentario de Podemos, Alberto Jarabo, apoyó la "movilización de los movimientos sociales" y la necesidad de "mantener en la agenda política los desequilibrios" que provoca el actual modelo turístico. En este sentido, apostó por "medidas que reduzcan el impacto de los cruceros" y consideró que desde la conselleria de Medio Ambiente se pueden adoptar algunas, como exigirles el "Certificado de Gestión Ambiental" con el fin de "garantizar que al menos cumplen unos mínimos" en esta materia.

Frente a ellos, la portavoz parlamentaria popular, Marga Prohens, acusó al Govern de Francina Armengol de mantener una postura "equidistante" ante los actos de "turismofobia", en referencia a la protesta del domingo por el amarre en Palma del Symphony of the Seas. Añadió que ante los grupos que actúan contra el turismo, "el Govern de Armengol mira para otro lado".

Prohens tildó a la consellera de Turismo, Bel Busquets, de "antiturística" y repasó datos que, a su juicio, indican que la gestión del Govern en esta materia está teniendo consecuencias negativas para las islas, entre ellos una caída en las ventas de paquetes turísticos a Balears mientras suben los de Grecia, Turquía y Egipto. "Nuestros principales competidores se están poniendo las pilas y la única respuesta del Govern es duplicar la ecotasa sin analizar los efectos y las consecuencias que pudiera tener", dijo la portavoz popular.

Olga Ballester, diputada de Ciudadanos, también culpó al Govern de las protestas que a su juicio promueven la turismofobia y que "comenzaron esta legislatura", animadas por "las declaraciones continuas y poco afortunadas del Govern sobre el turismo y que muestran la incompetencia de su gestión en este ámbito".