Expertos en micología han descubierto en Balears dos nuevas especies de hongos, localizados en varios espacios naturales protegidos del archipiélago. Así lo informó ayer la conselleria de Medio Ambiente, que celebró el hallazgo como una prueba de que estas zonas protegidas constituyen "reservorios de la biodiversidad".

Los expertos en micología Josep Lleonard Siquier y Joan Carles Salom han publicado en una revista italiana especializada (la Rivista di Micología de la Asociación Micológica de Bresadola ) el hallazgo de una nueva especie de hongo: la Pholiotina mediterránea.

Fue recolectada por ellos por primera vez en el Parque Natural de Mondragó, en 2004, en la zona de s'Amarador y de nuevo volvieron a encontrar otros ejemplares en 2015 en es Comú de Baix, en el Parque Natural de s'Albufera, y en otras localidades de las islas de Eivissa y Formentera.

Los micólogos detallan que esta seta fructifica sobre musgos xerófilos, en comunidades vegetales mediterráneas, tanto en dunas consolidadas como matorrales y explican que "se trata de una seta esbelta, frágil, de pequeño tamaño, con láminas, de colores marrones y acaramelados, y pie largo y fibroso".

Para certificar que efectivamente habían dado con una especie nueva la biología molecular ha sido determinante. Se extrajo el ADN de las muestras y se compararon otras secuencias incluidas en el GenBank y, finalmente, se creó un árbol filogenético. De momento se desconoce si es comestible, pero al ser una Pholiotina lo más seguro es que sea bastante tóxica e incluso mortífera, si se consume en grandes cantidades.

Por otra parte, Salom, junto a otros micólogos de fuera de las islas (Rafael Mahiques, Isaac Garrido Benavent, Josep Ballarà y Jean-Michael Bellanguer) ha publicado este mes en la revista Mycological Progress el hallazgo de otra nueva especie: el Cortinarius ortegae, localizado por primera vez en 2008 en el encinar de Gabellí Petit (finca del monumento natural de las Fonts Ufanes) y bautizado en homenaje al micólogo andaluz Antonio Ortega.

Es una seta robusta, marrón ocre, con tintes anaranjados, láminas rosadas y lilas, pie corto y esporas con forma de almendra, ornamentadas con verrugas.

Aunque es carnosa, señala Salom, "lo más seguro es que, como se trata de una especie de Cortinarius, no sea comestible e incluso sea tóxica".