El Tribunal Eclesiástico de Mallorca ha declarado culpable de pederastia al exprior del santuario de Lluc, Antoni Vallespir, y le ha prohibido ejercer el sacerdocio en público de manera permanente, así como el contacto con menores de edad en funciones pastorales. La instancia eclesiástica considera probado que Vallespir abusó sexualmente a mediados de los 90 de un antiguo blauet de la escolanía, hoy de 38 años pero que entonces era menor de edad. Se trata del mallorquín residente en Barcelona que denunció en marzo de 2015denunció en marzo de 2015 a Vallespir por la comisión de un delito continuado de abuso sexual sobre su persona.

El caso fue archivado al declararse los hechos prescritos por un juzgado de Palma; no en cambio por el Obispado de Mallorca, que inició una investigación interna cuyo resultado, a la espera de que Roma se pronuncie definitivamente, se ha conocido ahora. La resolución de la Iglesia mallorquina se decretó hace varios meses, pero no trascendió hasta el jueves por la noche, adelantada por IB3. En la justicia civil, el cura Vallespir tiene abierta una investigación en un juzgado de Inca por presuntos abusos a un exniño cantor de unos 8 años, que se habrían producido en una época reciente y que de demostrarse no habrían prescrito penalmente.

El propio presbítero, suspendido ahora a perpetuidad, informó a la radiotelevisión autonómica que ha recurrido ante el Vaticano la sanción impuesta por el Obispado. El que fue responsable de Lluc y posteriormente del monasterio palmesano de la Real sigue negando los hechos por los que ha sido 'sentenciado' en primera instancia eclesiástica.

Suspendido desde 2015

Desde la denuncia del primer exblauet pesaban sobre Vallespir medidas cautelares que le apartaron del sacerdocio activo. Con la resolución del tribunal eclesiástico, éstas pasan a ser definitivas. Un mail del capellán suspendido, en el que pedía perdón a su víctima por el "sufrimiento" y el "mucho daño" causado, además de lamentar que "nunca en la vida debí consentir lo que pasó", ha sido clave para declarar la culpabilidad de Antoni Vallespir.

Los abusos se produjeron en el santuario de Lluc y en la Real, entre 1993 y 1998, cuando el denunciante contaba entre 13 y 18 años. La jueza de instrucción 5 de Palma cerró en septiembre de 2015 el caso al estimar las alegaciones del letrado de Vallespir, que había pedido el sobreseimiento de la causa al estimar prescritos los presuntos delitos. La magistrada no llegó siquiera a tomarle declaración.

Tras la exclusiva de IB3, dando a conocer la resolución de la Iglesia de Mallorca, la acusación particular en el procedimiento que se sigue contra Vallespir en el juzgado de Inca ha pedido a la magistrada instructora que requiera al Obispado todo el sumario sobre el exprior. La familia del menor denunciante no ha acudido al tribunal eclesiástico, y solo ha denunciado los supuestos abusos por la vía penal.

Al imponerse un férreo secreto pontificio, se desconoce si durante la investigación ante la instancia eclesial han declarado otras víctimas del sacerdote apartado, además del hombre de 38 años que le denunció hace tres, y al que la Iglesia ha dado la razón inicialmente.