La fiscal Concha Ariño ha pedido al magistrado Enrique Morell que sobresea la causa seguida contra el investigador de la UIB Pablo Escribá por una supuesta estafa, relacionada con el destino del dinero conseguido mediante la venta del Minerval, un medicamento en fase experimental y que se ha usado en enfermos de cáncer. La fiscal no ve indicios de que Escribá se halla lucrado personalmente con el dinero obtenido por la venta a pacientes o familiares de éstos del Minerval.

El caso Minerval fue denunciado por la fiscalía de Balears el 10 de febrero del año pasado, al ver indicios de una presunta estafa al vender a enfermos desahuciados de cáncer un producto no autorizado y del que se proclamaba curaba esta enfermedad.

El 8 de septiembre de ese mismo año, el juez Enrique Morell decretó el archivo de las diligencias al no observar en Escribá indicios de la mencionada estafa. En el sumario hubo otros imputados, a los que el instructor desvinculó totalmente de la venta del ácido 2-hidroxioléico (Minerval) y también exculpó de la estafa.

La fiscalía recurrió el archivo ante la Audiencia, que meses después confirmó las tesis del juez, aunque ordenó que se investigara si podía haber habido una estafa con el dinero de la venta.

Escribá hizo que los compradores pagaran el medicamento no autorizado a través de Marathon, una fundación vinculada a él y dedicada al fomento de la investigación en biomedicina.

El juez Morell requirió al doctor en Biología de la UIB la contabilidad sobre la fundación Marathon para aclarar el destino de los donativos. El también catedrático de Biología entregó esa documentación.

La fiscal ha analizado las cuentas y no ha hallado indicios de irregularidades. Escribá compraba el Minerval a varios laboratorios del extranjero y España y luego se lo vendía a los enfermos.

El principal acusado siempre ha mantenido que no se lucró con estas operaciones.

Ahora el juez dictará presumiblemente otro auto de archivo del caso Minerval.