El equipo de gobierno del Consell de Mallorca se fracturó ayer en la votación de la aprobación inicial del tramo I del segundo cinturón de Palma, comprendido entre la rotonda de los depósitos de CLH con la autopista de Llevant. PSIB y Més se tuvieron que valer de los votos de los partidos de la oposición - PP, El Pi y Ciudadanos-, para sacar adelante el proyecto.

Podemos hizo una abstención "positiva", tal y como la calificaron sus representantes. El motivo: no contar con un proyecto lo suficientemente "consensuado" a su parecer, como explicó su portavoz, Aurora Ribot. Para la formación morada se trata de un trazado "muy importante" que afectará de manera profunda a la movilidad de Palma y, por eso, quieren dar "la mejor solución posible" a los problemas actuales que aquejan a los vecinos del Coll d'en Rabassa. "Estoy segura que cuando el proyecto incorpore las enmiendas del Ayuntamiento de Palma y de otras entidades, el proyecto tendrá nuestro apoyo", apostilló Ribot. La consellera insular de Territorio, Mercedes Garrido, negó tajantemente cualquier "crisis de gobierno" por la abstención de Podemos. "Que nadie la busque porque no la encontrará", añadió.

Alegaciones

Pese a formar parte del equipo de gobierno y a dar su apoyo efectivo con su voto en la Comisión informativa del Consell de Mallorca, Més anunció alegaciones. Su portavoz en la institución insular, Pere Fuster, justificó el sí de los ecosoberanistas "para poder iniciar la tramitación", pero aseguró que éste "no supone el apoyo al redactado del proyecto actual". Para Més el trazado debe reducir su "impacto visual" y mejorar la "movilidad sostenible".

El proyecto aprobado inicialmente ayer consta de 1,8 kilómetros, dos carriles por sentido de 3,5 metros cada uno más una mediana de tres metros, seis rotondas, tres puentes y dos pasos soterrados. Tiene un presupuesto de 44,9 millones de euros. Desde la conselleria insular de Territorio se descarta la rotonda elevada propuesta por parte una consultora que realiza un estudio del Plan General de Palma por "condicionar la movilidad" de los vecinos del Coll d'en Rabassa, además de otros condicionantes como el drenaje o la seguridad aérea. Aun así, la consellera Garrido se mostró dispuesta a poder incorporar algunas de las propuestas de Cort, como el que supone dejar espacio para el trazado del tranvía o la mejora del carril bici. El proyecto pasa ahora a exposición pública durante 30 días en los que se podrán presentar alegaciones. Posteriormente, y una vez estudiadas, tendrá que pasar nuevamente por la Comisión informativa para ser aprobado definitivamente.