La Audiencia de Palma ha denegado la indemnización de 30.000 euros, contemplada en un seguro de vida, que debía cobrar la viuda de un hombre que firmó esta póliza con la compañía aseguradora. Y no cobrará dicha indemnización porque su marido, al concertar el seguro, ocultó una grave enfermedad que sufría con anterioridad. Omitió estas dolencias al contestar a la declaración de salud, un trámite que impone la compañía para aceptar o rechazar la petición de un seguro de vida.

Esta póliza se firmó en el mes de julio de 1997. El capital asegurado era de 30.000 euros. El hombre contestó de forma negativa a todas las pregunta sobre si había sufrido algún tipo de enfermedad. No informó que dos meses antes de contratar la póliza había estado ingresado en el hospital de Manacor, donde los médicos le habían diagnosticado un deterioro progresivo del estado general.

Al morir el asegurado, su viuda exigió la indemnización. La compañía, sin embargo, se negó a pagarle el dinero al descubrir que había ocultado datos básicos, como por ejemplo que había estado ingresado dos meses antes por graves dolencias.