La batalla contra el 'hooliganismo' turístico en Magaluf avanza. Pero quedan frentes. Uno se avecina: el Mundial de Fútbol, con los problemas de orden público que suelen generar los partidos de la selección inglesa. Sin olvidar el temor del sector a los vídeos 'virales' que ensucian la imagen del destino. De esto y otras muchas más cosas habla Sebastià Darder.

A las puertas del verano, ¿qué es lo que le quita más el sueño? ¿El 'Brexit', Turquía y Túnez o las grabaciones de móvil, fuente inagotable de vídeos polémicos cada temporada?

Los tres planteamientos que usted hace son motivos de intranquilidad para cualquier hotelero. ¡Son las tres puntas del iceberg! Respecto a los mercados competidores es verdad que están mejorando sus niveles de ocupación gracias a las sinergias de sus gobiernos y a la campaña de touroperadores y los propios hoteles para ofertar precios muy agresivos.

¿Se está notando la recuperación de esos mercados competidores en el nivel de reservas en la zona para este año?

De momento y aproximadamente hasta finales de marzo, los hoteles funcionan con early bookings, con descuentos de entre el 10 y el 25% sobre precios. Es una forma de garantizarse un nivel de reservas óptimo para la temporada. Respecto a las reservas que ya tenemos cristalizadas, puedo decir que en el mes de mayo caerán un 5% respecto a 2017. En junio, estaremos a la par. En julio y agosto, tres o cuatro puntos por encima. Y en septiembre, igual.

Yo no sé si en Mallorca existe un problema de 'turismofobia'. Lo que sí sé es que, en esta zona, existe la 'hooliganfobia'. ¿Están ganando la batalla contra el turista incívico?

(Ríe) Yo no hablaría de fobia. Hablaría mejor de animadversión hacia este tipo de turista. Luchamos denodadamente contra este modelo. ¡Ningún hotelero sensato lo intenta captar! Y hay que decir que se ha ido aminorando gracias a la colaboración público-privada. En este sentido, están funcionando la ordenanza cívica de Calvià y las medidas de seguridad de la Policía Local y la Guardia Civil; medidas que son mayores que las de hace cinco o seis años. Además, los comerciantes de Punta Ballena están más concienciados.

Antes de hablar con usted, he escrito la palabra 'Magaluf' en Google. Y el primer resultado que me ha dado es una información titulada 'El paseo de la vergüenza', con fotos de rostros desencajados, vómitos, nudistas en la calle...

Me habla usted de las redes sociales. Y yo le digo que, pese a toda la pujanza que puedan tener, los medios convencionales ya se están dando cuenta de que no pueden publicar cosas sin contrastar. El otro día, sin ir más lejos, escuchaba que la Cadena Ser se comprometía a no dar publicidad a ninguna de esas fotografías 'virales' sin identificar el autor y comprobar la fecha de su realización. ¡Eso honra a los periodistas! A veces se han publicado vídeos o fotografías de años pasados, dándolos como actuales. Y eso es lo que no puede ser.

El año pasado, según sus propios datos, los hoteles de Palmanova-Magaluf echaron a 156 turistas por comportamientos incívicos. Un 20% menos que el año anterior. ¿Eso significa que se han reducido los conflictos?

La interpretación puede ser doble. Por un lado, que vengan menos turistas incívicos. Pero también, que las medidas de presión ejercidas por la administración a través de la ordenanza cívica y que las medidas de los hoteleros dentro de sus establecimientos ayudan a solucionar los problemas

¿Cuáles son estas medidas de los hoteleros?

Se ha hecho hincapié en que hay que ser menos tolerante con los incívicos. Son más restrictivos con el nivel de música que se permite a partir de determinadas horas. Respecto a los precipitados, se ponen a los clientes jóvenes en los pisos más bajos para evitar accidentes. Los hoteles no suelen aceptar reservas de grupos por menos de cuatro noches para evitar los grupos de despedida de soltero. Se incide también en que deben tratar bien el mobiliario.

Hablando del mobiliario, una vez vi en un documental sobre Magaluf que unas camareras de piso explicaban que las sillas de las terrazas estaban numeradas. Así la dirección del hotel podía saber desde qué habitación las habían tirado a la piscina y, de esta forma, podía identificar a los responsables.

Desconozco esa medida concreta, pero me parece algo muy lógico. ¡Hay que poner orden!Ese tipo de personajes no nos interesa con todo el esfuerzo económico realizado en los últimos años.

¿Puede cuantificar a grandes rasgos ese esfuerzo económico del que habla?

Más de 200 millones de euros en los últimos cuatro o cinco años.

Este verano, hay Mundial de Fútbol. En todo el mundo, es un evento de celebración del deporte, pero en esta zona siempre se vive con un punto de inquietud por los problemas que puede generar la acumulación de aficionados ingleses y de otras nacionalidades. ¿Está intranquilo?

Los británicos son muy apasionados con el fútbol. Y la confrontación puede llegar, con seguidores de otras nacionalidades. Tanto el Ayuntamiento como la Policía nos han confirmado que tienen a punto un despliegue especial.

¿Cómo se imagina a Magaluf dentro de 10 años?

Yo no me iría tan lejos. Haría una previsión a tres, cuatro años. Después de la gran inversión realizada, espero que también la oferta complementaria haya dado un paso adelante hacia la reconversión. También esperamos que se ponga fin a la lentitud en algunas inversiones de obra pública. En este sentido nos gustaría que estuviese aprobado el plan general, que incluye aspectos muy positivos para Magaluf.

¿Y, en ese Magaluf de 2028, se imagina que seguirá existiendo Punta Ballena?

Con el concepto actual, no. La clientela que esperamos ir recibiendo es muy diferente al del perfil del 'hooligan'.

En Palmanova y Magaluf, es más difícil encontrar un hotel abierto en invierno que localizar un abstemio a las cuatro de la mañana en Punta Ballena. ¿Cuándo se alargará la temporada?

(Ríe) Uno de los objetivos de la inversión en la planta hotelera era la lucha contra la estacionalidad. Actualmente tenemos temporadas de cinco a seis meses. Y lo que estamos intentando es alargarla por lo menos a nueve meses. Ése es nuestro caballo de batalla. Hay signos evidentes de que se está mejorando. El Fergus Style de Palmanova ha anunciado que abrirá todo el año. Y este marzo y abril ha habido más actividad. Hemos tenido cinco hoteles abiertos gracias al Imserso, por ejemplo. Hay que decir que el Imserso quiere alargar más la temporada, hasta mayo, lo que es complicado porque se solapa con los otros mercados.

¿Han notado una mayor afluencia de turistas del Imserso, que otros años optaban por Cataluña y ahora no van por la situación política?

No lo hemos notado.

Para esta temporada se ha anunciado la apertura del Sol House The Plaza, en el centro neurálgico de Magaluf, sobre lo que era el Sol Jamaica, cerrado desde hace años. ¿Qué va a aportar a la zona?

Nos alegra mucho esta apertura. Meliá se ha dado cuenta de que ha puesto en valor la zona y éste será un símbolo de la nueva época de Magaluf, un cuatro estrellas superior. Dará vida al centro de Magaluf y permitirá que venga un público local y turistas de otras zonas que, sin esta nueva oferta, no vendrían. Y será un hotel que ayudará a luchar contra la estacionalidad.

¿Han notado objeciones de los touroperadores o de los clientes a la subida del impuesto turístico?

Tanto a los touroperadores como a los clientes siempre les incomoda pagar una tasa. Eso está claro. Lo que hemos dicho siempre desde la patronal es que, en la práctica, es un impuesto que se ha concebido para ser sostenible. No se ve esa sostenibilidad en las inversiones. Nosotros nos sentimos heridos, porque perdemos competitividad con otros destinos españoles de sol y playa que no imponen este gravamen.

¿Este verano proseguirá la tendencia esbozada en anteriores veranos de una reducción en el número de jóvenes que vienen a la zona y un progresivo aumento de familias y parejas?

Lo primero que quiero decir es que no estamos en contra de que vengan jóvenes. Estamos en contra de que vengan hooligans. Queremos jóvenes que vengan a divertirse de una forma sana. Dicho esto, hay que apuntar también que la tendencia a que vengan más parejas y familias viene dada también por la oferta hotelera renovada y los nuevos tipos de comercialización.

Unos nuevos tipos de comercialización 'online' que irán en detrimento de los turoperadores tradicionales.

Así es. Se nota una mayor proporción de reservas directas en el hotel por internet y a través de turoperadores 'online'.