Ovacionado por todo el Parlament y entre versos del poeta Walt Whitman. Así se despidió el diputado y hasta ahora portavoz de Més, David Abril. El enfant terrible de la política balear protagonizó ayer su último pleno después de que el pasado mes de septiembre anunciara que dejaba la primera línea. Si bien su salida llega tras un año difícil para él tanto a nivel político como personal, dijo adiós ayer rodeado de los ecosoberanistas y desde la tribuna aseguró salir "satisfecho con el trabajo realizado" en los últimos años.

"Hemos aprobado leyes que por ellas solas ya valen una legislatura y que dan sentido a la política, medidas que cuando llegué la legislatura pasada hubieran sonado a ciencia ficción", celebró Abril, que aprovechó su última intervención en el debate de la ley de Memoria Democrática para despedirse del hemiciclo.

El ecosoberanista explicó que abandona la primera línea política por "un tema personal y de salud, nada grave" y dijo "adiós o hasta más tarde". "A mi familia le debo demasiado tiempo de dedicación", lamentó en su despedida.

Doctor en Educación y llegado a la política de la mano de Esquerra Unida, la cual abandonó junto con la actual consellera Fina Santiago para primero fundar Iniciativa d'Esquerres, luego IniciativaVerds y finalmente, con PSM, Més, David Abril entró en el Parlament en 2013.

Relevó por entonces a la diputada Joana Lluïsa Mascaró. Desde la oposición al Govern del PP de José Ramón Bauzá, rápidamente se popularizó como el diputado de las camisetas. La estela de su amiga y líder de Compromís, Mónica Oltra, quedó atrás enseguida por su estilo particular. Semana a semana sus estampados cautivaron a los suyos. Desde el "nunca lo haría" de la madre de Bambi tras las fotos del entonces conseller Carlos Delgado con testículos de ciervo en la cabeza al "me gustas democracia pero estás como ausente" del cantautor Javier Krahe por la aprobación de la ley de Símbolos.

Anunció su salida en septiembre

Su trabajo en la oposición le hizo escalar posiciones en las listas de Més y ser el número 3 en las elecciones de 2015. Su breve ensayo Repensem Mallorca marcó y fue asumido en gran parte como hoja de ruta de la izquierda soberanista en las islas. La irrupción de Podemos, por quien desde el principio admitió simpatía, le convirtió en uno de los principales mediadores del Pacto, el puente entre Més y Podemos. Desdibujado en un inicio de legislatura en el que le costó adaptarse al papel de no estar en la oposición, la entrada en el Govern de los ecosoberanistas le dejó a él con el peso de su partido sobre las espaldas.

El pasado mes de septiembre anunció en una entrevista a este diario que se retiraba de la primera línea política. "Necesito un cambio de aires", defendió entonces. El pasado 10 de marzo se despidió en el congreso de Més como coordinador del partido, cargo en el que ha sido relevado por el alcalde de Alaró, Guillem Balboa. Precisamente, desde ese cargo ha tenido que asumir sus tragos más amargos en política. El estallido del caso Contratos le dejó en una posición incómoda. Defensor de una reacción contundente tuvo que lidiar con las críticas internas por la gestión de la crisis. Con el paso de los meses fue aparcando poco a poco la vida interna del partido para centrarse en la actividad del grupo parlamentaria, en el que ahora será relevado como portavoz por el hasta ahora portavoz adjunto, Josep Ferrà.

Abril expresó su "gratitud" a sus compañeros de partido. "He intentado representaros lo mejor posible dentro y fuera del Parlament", manifestó. También se dirigió a sus socios de Pacto, PSIB y Podemos, a los que confesó "haber reñido en privado"; a la oposición, con quien defendió que siempre ha tratado de "tener una relación cordial", a los periodistas y a los trabajadores del Parlament.

"David, quiero que sepas que aquí te echaremos en falta, notaremos a faltar tu voz crítica", se dirigió a él la portavoz adjunta de Podemos, Laura Camargo, quien le ha citado un verso adaptado de Walt Whitman: "Oh capitán, mi capitán; aún no hemos acabado nuestro viaje, aún no hemos acabado nuestro viaje a Ítaca".

También el presidente del Parlament, Baltasar Picornell, le deseó "suerte" y el portavoz de Ciudadanos, Xavier Pericay, lo despidió "a pesar de nuestras discrepancias". Abril fue ovacionado por todos los partidos políticos y antes de sentarse en su escaño recibió un abrazo del exvicepresidente Biel Barceló, quien también le agradeció por Twitter "el trabajo hecho" y su "implicación".

"No soy tan enfant terrible como la fama que me quieren dar", dijo adiós Abril al Parlament.