Los establecimientos turísticos de Balears han registrado una media de entre 30 y 40 casos de turistas afectados por la legionela durante la última década, un proporción notablemente inferior a la media europea, según ha subrayado hoy el presidente de Biolínea y asesor sanitario de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), Sebastià Crespí.

Crespí ha participado en una jornada sobre la prevención de la legionela, que ha tenido lugar en la Sala Palmanova. La actividad ha sido organizada por la Asociación de Hoteleros de Palmanova-Magaluf y el ayuntamiento de Calvià, después del brote infeccioso que se detectó el pasado mes de octubre en la zona y que afectó a casi una treintena de turistas.

Durante su intervención, el asesor de la FEHM ha enfatizado que el sector turístico está haciendo bien su trabajo, pero ha recordado que el "riesgo cero no existe". Ha agregado que los principales focos de infección se suelen encontrar en los siguientes tres puntos: sistemas de agua potable; torres de refrigeración, y jacuzzis. Precisamente, fue en un jacuzzi de un hotel de esta zona turística donde se localizó el origen de la legionela en octubre de 2017.

En referencia a este episodio, el presidente de los hoteleros de la zona, Sebastià Darder, ha asegurado que, "afortunadamente", no ha tenido repercusión en las reservas para esta temporada. Con todo, sí que ha reconocido que, si este caso de legionela no se hubiese producido a final de temporada sino al principio, las consecuencias hubiesen sido más graves.

Darder ha enmarcado la celebración de esta jornada en el esfuerzo previsor realizado por el sector turístico para minimizar al máximo los riesgos. "Los propietarios de los hoteles y los jefes técnicos están muy concienciados", destacó.

Por su parte, el teniente de alcalde de Servicios Generales y presidente de Calvià 2000, Andreu Serra, ha explicado que el Ayuntamiento siempre ha llevado a cabo un "importante esfuerzo" de control. En este sentido, ha informado de que el año pasado se realizaron 265 analíticas en instalaciones y en maquinaria municipal.

Serra ha considerado que, en todo caso, lo sucedido el año pasado puede servir "para mejorar aú más" los protocolos con que cuenta el Consistorio. "Hemos intentado no dejar ningún cabo suelto para reducir al máximo el riesgo para este verano", ha argumentado.