Investigadoras del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados ( IMEDEA (UIB-CSIC)) han liderado un estudio sobre el intercambio genético (conectividad) entre poblaciones de nacras del Mediterráneo occidental cuando las poblaciones estaban todavía sanas.

Los resultados indican que las poblaciones estaban altamente conectadas entre sí gracias a corrientes oceanográficas y destaca la población de Alicante con la mayor diversidad genética y la del Delta del Ebro como una población fuente (que produce gran cantidad de larvas emigrantes).

Estos resultados indican que quizás las poblaciones afectadas puedan ser recolonizadas por poblaciones vecinas como la del Delta del Ebro, que todavía cuenta con individuos vivos gracias a esta alta conectividad observada.

La nacra (Pinna nobilis) es una especie endémica del Mediterráneo que se encontraba de forma habitual, hasta el otoño de 2016, en las áreas costeras, especialmente en praderas de posidonia oceánica. Un evento de mortalidad afectó a las poblaciones de nacras del oeste de la cuenca Mediterránea, provocando la desaparición de gran parte de los individuos.

Investigadoras del IMEDEA han liderado un estudio sobre el intercambio genético (conectividad) entre poblaciones de nacras del Mediterráneo occidental. La conectividad es importante ya que la persistencia de una especie depende, además del estado de conservación y el tamaño de las poblaciones locales, del intercambio genético entre poblaciones.