El precio de determinados productos básicos en la red de aeropuertos de AENA -el de Palma incluido-, sobre todo el agua, ha originado varias quejas de pasajeros, que se han dirigido al Defensor del Pueblo para lograr una contención en estos importes.

En su última memoria anual, correspondiente a 2017, el Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, informa de que inició una investigación que dio por concluida al obtener un compromiso por parte del organismo gestor de los aeródromos españoles.

Este compromiso, como recoge el informe del Defensor, consiste en "poner a disposición de los ciudadanos fuentes de agua potable" y en limitar los precios máximos de las botellas de agua, tanto a los negocios de restauración en el aeropuerto como a las máquinas 'vending'. En el caso de las máquinas, el precio se establece en 1,60 euros.

Otras quejas recibidas por el departamento dirigido por Fernández Marugán hacen referencia a la "pérdida de espacio público en los aeropuertos" en detrimento del espacio ganado por las áreas comerciales. Una circunstancia que, concluye el Defensor del Pueblo, "llega al extremo de obligar a los pasajeros a transitar por los aeropuertos por el interior de los establecimientos comerciales".