¿Un piso de dos habitaciones y plaza de aparcamiento en el centro de Palma por 340 euros al mes? ¿Otro de dos habitaciones, con parquet recién puesto y todos los gastos incluidos por 400 euros? Suena demasiado bonito para ser verdad. Y es que no es verdad. Es una estafa. A la gentrificación y la burbuja de precios, los buscadores de piso de alquiler suman ahora un nuevo obstáculo: los timos.

En los últimos dos años ha proliferado en las webs inmobiliarias una estafa con un patrón muy claro. El anuncio ofrece un piso muy atractivo, nuevo, amueblado, bien situado y luminoso y por un precio inusualmente bajo.

Al contactar por correo electrónico con el dueño (supuesto dueño), éste suele contestar que es extranjero y que ha vuelto a vivir a su país, por lo que no puede enseñar la vivienda (para corroborar que son extranjeros los escritos tienen muchas faltas de ortografía y errores de concordancia).

Normalmente el 'propietario' se muestra entusiasmado con la respuesta del interesado en alquilar, le hace un par de preguntas para cubrir el expediente ("¿cuánta gente vivirá en el piso?"; "¿para cuánto tiempo quiere el apartamento?") pero, sin ni siquiera esperar sus respuestas, en ese primer mail de contacto ya insta a pagar por el piso a través de plataformas de alquiler turístico como Airbnb (también hay la versión con Wester Union).

Pagar antes de verlo

No ofrece la opción de visitar el piso, y cuando el interesado en alquilarlo insiste en verlo antes de nada, el 'propietario' replica que en caso de que no le guste Airbnb le devolverá el dinero ingresado en menos de 24 horas. Para hacer el ingreso, se ofrece un enlace a una supuesta web de Airbnb, que en realidad es falsa.

Así le explicaba el procedimiento un falso propietario a una joven que se interesó por su anuncio: "Después de hacer el pago a la compañía en 3-5 días laborales se reunirá con un agente de Airbnb para inspeccionar el piso y hacer el inventario. Usted aprueba la propiedad, firma el contrato y se muda. Airbnb me envía el dinero a mí. Si decide no alquilar el piso, Airbnb le devolverá su dinero en 24 horas por transferencia bancaria o en la mano al mismo momento que usted rechaza el piso".

Fuentes oficiales de Airbnb recuerdan que no tienen "nada que ver" con las páginas en los que aparecen estos anuncios y recuerdan que ofrecen "una plataforma segura" para encontrar, reservar y anunciar alojamientos. La empresa es consciente de que se está produciendo esta problemática y anima a los usuarios a denunciar los correos electrónicos o páginas webs falsas a través de la dirección report.phishing@airbnb.com. Asimismo, la compañía asegura trabajar con Google para denunciar páginas falsas y eliminarlas.

Entre sus recomendaciones de seguridad a los usuarios está fijarse en el tipo de enlace: "Si llegas a una página que parece de Airbnb a través de un enlace en un email , asegúrate de que la dirección incluye https://y no contiene ningún otro caracter o palabra extraños. El cuerpo principal de la dirección debería contener simplemente airbnb.com". También recomienda desconfiar de "emails que te pidan hacer click en un enlace y añadir datos personales y sensibles".

En el portal inmobiliario Idealista también tienen constancia de estos fraudes y aseguran dedicar una "gran cantidad de recursos técnicos y humanos" a combatirlo.

Contacto con la Policía

Por su parte, para poner un anuncio exigen tener un teléfono validado, como primer filtro. Además, tienen fijadas una serie de "alertas internas" sobre precios, zonas, tamaños y otros criterios que indican a su equipo de calidad cuando un anuncio puede ser un fraude. De saltar la alarma, se comprueba y "ante la mínima sospecha se da de baja". Además, mantienen "una comunicación fluida" con la Policía.

La vida media de estos anuncios es "de menos de una hora", asegura un portavoz del portal inmobiliario, y si antes de darlo de baja algún usuario llega a contactar con un falso propietario, se le envía un correo de advertencia. Muchas veces son los propios usuarios (que ya han hecho callo y huelen las 'ganga-estafas') los que dan el aviso.

Idealista resume sus consejos a tres: usar el sentido común; no entregar dinero por anticipado y "nunca" hacer un pago a través de una página web conocida. En el caso de Idealista, señalan, no tienen "ningún sistema de pagos ni ningún acuerdo de este tipo con ninguna otra empresa".

Las recomendaciones de esta empresa coinciden con las de la asociación de consumidores Consubal. Su presidente, Alfonso Rodríguez, recuerda que "las gangas no existen"; insiste en "no hacer pagos antes de visitar la vivienda" y pagar siempre de una forma que quede localizado el ingreso y que sea siempre a una persona física. Rodríguez confirma que en los últimos años han aumentado este tipo de timos.

Si busca piso, ya sabe: cuando algo parece demasiado bueno para ser verdad, es que no es verdad.