El dinero que los baleares tienen depositado en las entidades financieras alcanzó un valor al cierre del pasado año de 24.922 millones de euros, según el informe elaborado por el Banco de España. Este dato es muy relevante porque implica que estos fondos han aumentado a lo largo del pasado ejercicio a un ritmo del 7,7%, lo que supone casi duplicar la velocidad con que está creciendo la economía de las islas (en torno a un 4% en 2017). O lo que es lo mismo, esos depósitos se elevan en una media de 4,9 millones de euros cada día.
Los economistas señalan que tras la traumática experiencia de la crisis, familias y empresas se han puesto a ahorrar a un ritmo enormemente intenso, o al menos aquellas que se lo pueden permitir, fruto del recorte en el consumo que se ha aplicado durante los últimos ejercicios, al tiempo que evitan en lo posible endeudarse más y se apuesta por ir saldando los préstamos que ya se habían asumido.
Esta última afirmación también viene respaldada por los datos del Banco de España. El valor global de lo que los baleares deben a los bancos al cierre del 2017 se situó en los 30.554 millones de euros, lo que supone un descenso respecto al ejercicio anterior del 3,1%.
Respecto al ahorro, el ritmo es frenético, con el citado crecimiento medio de 4,9 millones de euros al día en los depósitos. Aquí hay que hacer un matiz importante: esos 24.922 millones de euros solo incluyen los depósitos que se tienen en los bancos (cuentas corrientes y cartillas a plazo, por ejemplo), pero no el dinero destinado a planes de jubilación o fondos de inversión, y estos últimos suponen entre un 20% y un 25% de las reservas económicas de familias y empresas isleñas. Eso supone que el ahorro global de los baleares supera en realidad los 31.000 millones de euros.
La evidencia más palpable de que los isleños han apostado por reforzar su 'colchón' financiero para el futuro es que las cifras que se están alcanzando en estos momentos son las más altas de la historia (la punta se registra habitualmente al cierre del tercer trimestre gracias a la inyección económica que conlleva la temporada turística), superando ampliamente las que existían al estallar la crisis.
Pero no solo se está ahorrando más, sino también de forma diferente. Dado que los intereses que la banca abona por los depósitos son prácticamente inexistentes, los baleares han reducido sustancialmente el dinero que tenían situado en las cuentas a plazo fijo (en un año ha bajado de los 6.230 millones de euros a los 4.524 millones), para apostar por productos de mayor liquidez como son las cuentas de ahorro a la vista.
Respecto a la deuda, su reducción ha supuesto el principal esfuerzo de familias y empresas durante los últimos años, aunque la reactivación económica está permitiendo una ligera recuperación del consumo.
Evolución de la deuda
En concreto, los 30.554 millones de euros que familias, empresas y administraciones públicas deben a los bancos, además de haber supuesto una reducción interanual del 3,1%, se sitúan ya a enorme distancia de los más de 46.000 millones que se llegaron a adeudar durante 2008 o 2009.
De la citada cantidad, 29.267 millones de euros corresponden al sector privado, por debajo de los 29.566 que se debían un año atrás.
En el caso de las Administraciones, el crédito pendiente alcanza un valor de 1.287 millones de euros, también por debajo de los 1.985 millones del cierre de 2016. Pero en este caso hay que hacer un matiz: el sector público no está pidiendo más dinero a los bancos porque lo obtiene de otras fuentes, como puede ser el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).
En cualquier caso, el resultado es que ahora los isleños deben 1,2 euros por cada uno ahorrado en la banca, la mitad de la tasa que se llegó a alcanzar antes de la crisis.
