La iniciativa parlamentaria para derogar la prisión permanente revisable incluida en el código penal a instancias del Gobierno de Mariano Rajoy ha levantado ampollas tras el doloroso caso del asesinato del niño Gabriel Cruz en una localidad almeriense.

Entre 150 y 200 personas se concentraron ayer en la plaza de España para reclamar que esta mayor dureza de las penas de cárcel se mantenga para delitos de asesinato y violación. Los concentrados así lo dejaron claro a todos los transeúntes con sus gritos de "¡No es venganza, es justicia!" y "¡Todos somos Gabriel!".

En una mesa situada a los pies de la estatua de Jaume I, los convocantes recogían firmas de ciudadanos contrarios a esta derogación. Melisa, una de las organizadoras de la concentración, que se promovió a raíz de la creación de un grupo de Whatsapp formado por unos cincuenta mallorquines que no se conocían entre sí, reveló a última hora de ayer que la iniciativa se saldó con una recogida de 664 adhesiones.

El acto comenzó con puntualidad a las doce y media del mediodía y, tras un minuto de silencio por el pequeño Gabriel, se lanzaron al aire varios globos en recuerdo de todos los niños víctimas de secuestros y violaciones.

Magdalena Ortiz, una de las organizadoras, se declaró "harta de ver cómo matan a nuestros hijos y a nuestros nietos. Y yo no creo en la reinserción. Estos asesinos vuelven a estar en la calle a los cuatro días sin haberse reformado porque son gente mala. Sé que me van a criticar, pero yo por mí pediría la silla eléctrica para ellos. Una persona que hace daño a un niño debería estar en prisión un mínimo de cincuenta años. Y una vez en la cárcel, que no vivan como reyes, que les hagan trabajar", desgranó sus propuestas.

Aitor Noguer, otro de los concentrados que acudió acompañado de sus hijos, reclamó también la prisión permanente para asesinos y violadores ya que consideró que, si los autores de estos hechos se portan bien entre rejas, "en unos años los sueltan y al salir vuelven a hacer de las suyas".

Antonio, un transeúnte que pasaba por allí junto a su mujer, también se declaraba a favor de mantener la prisión permanente revisable para los crímenes más graves. No obstante, al ser preguntado si pensaba que un asesino o un violador va a dejar de matar o forzar a sus víctimas por la posibilidad de que la pena de prisión sea más prolongada, Antonio admitió que "no, pero cuando ya ha hecho el mal, que pague justamente por lo que ha hecho. Ese es el problema, que la justicia está mal medida, mal compensada", consideró. Por último, otra de las asistentes reveló entre lágrimas que una amiga suya había sido asesinada y que no era justo que mientras ella estaba bajo tierra su asesino quedara libre.