Dos periodistas alemanes se han propuesto realizar un documental sobre los riesgos ilegales en los campos de golf de Mallorca. La periodista Shelina Marks y el fotoperiodista Bodo Marks decidieron abordar este proyecto después de leer las primeras informaciones que este diario publicó sobre la materia hace dos semanas.

"Es un tema muy interesante porque el agua es un recurso básico que en Mallorca escasea, sobre todo en verano. Y por lo que vemos, estas irregularidades vienen de varios años atrás. Entiendo que los agricultores y los residentes en la isla están muy sensibilizados con el aprovechamiento del agua, así que a ver cómo se desarrolla el proyecto", explicó ayer Shelina.

Ambos son periodistas 'freelance' -no trabajan para un medio en concreto- pero ya han empezado a grabar algunos escenarios y esperan que alguna televisión germana se interese por este proyecto para emitirlo en su país.

"Normalmente trabajamos así. Cuando algo nos parece interesante lo ofrecemos a agencias o televisiones de Alemania. A veces te lo compran y otras no, pero así es ser 'freelance", valoró la periodista, buena conocedora de Mallorca.

Estos dos reporteros ya han contactado con algunos protagonistas como Terraferida. Precisamente los ecologistas exigieron hace unos días el cierre de los campos de golf en los que se haya constatado riego con agua de acuífero, algo totalmente prohibido por ley. "Mallorca vive una grave crisis hídrica durante buena parte del año, con restricciones de agua en muchos pueblos en verano y con graves problemas de contaminación en el agua por nitratos y cloruros", subrayaron en un comunicado.

Shelina y Bodo tienen una dilatada trayectoria a sus espaldas haciendo documentales. En su día se ocuparon de la invasión de plástico en el Mediterráneo, concretamente en la costa de Almería, y también de las interioridades de la recogida de la fresa en Huelva. Su compromiso social también les ha llevado a interesarse por las víctimas del franquismo que todavía hoy yacen enterradas en cunetas.

Tal como ha ido publicando este diario a lo largo de las últimas semanas, la conselleria de Medio Ambiente que dirige Vicenç Vidal tramita desde 2016 varios expedientes contra campos de golf sospechosos de utilizar agua de acuífero para regar.

El caso más notorio es el del golf de Son Gual, que se enfrenta a una multa de 500.000 euros por tener en sus instalaciones tres pozos ilegales de los que utiliza dos para el riego. En caso de que la dirección del complejo desoiga un último requerimiento que la conselleria le enviará en breve para que selle los pozos, la sanción podría dispararse.

El GOB y un exalto funcionario del Govern ya denunciaron en 2011 y en 2012 el riego ilegal en Son Gual, pero la conselleria que entonces dirigía Biel Company obvió las denuncias.