La borrasca Félix comenzó a remitir ayer y se espera que en el día de hoy haya una mejoría transitoria. Según asegura la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el miércoles entrará en la isla una nueva borrasca llamada Gisele que dará lugar a precipitaciones débiles y fuertes vientos, además de avisos por rachas fuertes en mar.

El viento dará un respiro hoy a la isla. Desde la Aemet señalan que hoy habrá un notable descenso de las temperaturas y las mínimas rozarán los cinco grados en Palma, a diferencia de ayer que oscilaban los 13 grados. Las máximas se mantendrán en las mismas cifras.

Consecuencias de Félix

El viento de compone este oeste y sudeste dejó ayer fuertes rachas en algunos puntos de la isla. Se registraron vientos de hasta 91 km por hora en Afàbia, 88 km en Campos, 85 km Llucmajor, en Capdepera y Son Sant Joan 80 km, Binissalem 78 km. En Portocolom los vientos fueron más débiles y se registraron 75 km, al igual que en Santanyí. En Banyalbufar y Calvià alrededor de 70 km. Desde la Aemet subrayan que las olas fueron de tres o cuatro metros, aunque lo más destacado de la jornada fueron las altas temperaturas que dejaron de 18 a 20 grados. "Al proceder el viento la borrasca Féliz ha dejado temperaturas muy cálidas" declara Maria José Guerrero, delegada territorial de la Aemet en Balears.

Félix dejó numerosas incidencias ayer por su paso en Mallorca. El fuerte viento provocaron el desprendimiento de una pequeña parte de la muralla de Palma. Con la caída de las piedras, los bomberos han acordonado de inmediato la zona a fin de que no cause mayor daño.

El fuerte viento también afectó a la zona de Santa Ponça, donde buena parte de la arena de la playa ha desaparecido con la borrasca de Félix. El temporal arrastró la arena hacia la carretera donde se fue amontonando, lo que dificultó el tráfico. Técnicos de Medio Ambiente del ayuntamiento de Calvià se personaron en la zona para analizar la situación.

Además, los bomberos registraron el destrozo de un coche que estaba estacionado en la calle Carles I de Palma. A consecuencia de la borrasca, unas piedras cayeron encima de la luna de un vehículo.