España ha denegado la condición de asilado político a un inmigrante de nacionalidad argelina, que llegó a Mallorca a bordo de una patera y que fue interceptado cuando arribaba a la costa de la isla.

El joven, que fue trasladado al centro de internamiento de Barcelona, pretendía que no se ejecutara la repatriación a Argelia porque, según él, allí le iba a perseguir el grupo mafioso que se encarga del traslado a Europa de jóvenes inmigrantes que pretenden entrar ilegalmente en Europa. Señaló que la persecución era por razones económicas, ya que había dejado pendiente el pago de una deuda para financiar el viaje a Mallorca y si volvía a Argelia su vida corría serio peligro, dado que las autoridades de su país no podían protegerle.

El joven llegó a la costa de Cala Pi, el día 1 de enero del año pasado. Viajó en una patera junto a un grupo de ocho compatriotas. Todos ellos fueron localizados y detenidos. El juez, tras comprobar que todos ellos carecían de documentos y, por tanto, habían entrado en España de forma ilegal, ordenó su traslado al centro de internamiento de Barcelona, para la posterior repatriación a su país de origen, es decir, a Argelia. El joven inmigrante no presentó esta petición de asilo al ser detenido en Mallorca, sino que la planteó cuando se encontraba en el centro de internamiento de Barcelona.

Este tipo de propuestas las resuelve el Ministerio de Interior, que aplica la normativa sobre refugiados políticos, que establece una serie de condiciones para aceptar aplicarles esta protección especial a los inmigrantes que la reclaman. La propuesta fue denegada por el ministro y ahora esta decisión que afecta al inmigrante que llegó a Mallorca en patera ha sido confirmada por la Audiencia Nacional. Es la primera vez que un inmigrante ilegal recurre a la petición de asilo para evitar la repatriación a su país.

Para intentar que la decisión del Ministerio de Interior se cambiara, el abogado del inmigrante recordó que el joven era natural de la ciudad de Dellys, un área que el propio Ministerio de Asuntos Exteriores considera de riesgo y, de hecho, se desaconseja viajar a esta zona. Esta ciudad y sus alrededores están expuestos a constantes amenazas terroristas. Es un área controlada por las organizaciones terroristas de Al Qaeda en el Magreb Islámico.

El Estado español solo acepta otorgar el asilo político de un extranjero cuando existe riesgo que esta persona pueda perder la vida si regresa a su país. Por ejemplo, sería el caso de una persona condenada a pena de muerte en su país o existe el peligro de que sufra torturas o tratos inhumanos. También se protege a las personas que están perseguidas por razones de raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas, por orientación sexual o que pertenece a un determinado grupo social. Sin embargo, no en el caso de este inmigrante interceptado en la costa de Mallorca.

El joven dijo que abandonaba su país por las precarias condiciones laborales en las que vivía. Es pescador y si no había capturas, no cobraba. Tampoco ha demostrado que en su país sufra una persecución personal. El tribunal ha tenido muy en cuenta que esta petición de asilo político la presentó cuando estaba a punto de ser expulsado, lo que resta toda credibilidad a su relato.