Un joven de la organización independentista, feminista y de izquierdas Arran han negado hoy, en el juzgado de instrucción 2 de Palma, donde ha declarado como investigado, haber causado daños, haber amenazado o alterado el orden público durante una protesta contra el turismo de masas, que tuvo lugar a finales de julio en el Moll de sa Lonja del Port de Palma.

Otra chica de Arran que también ha asegurado que no participó en esa concentración, donde se encendieron bengalas rojas y se lanzaron botes de humo y confetis contra los turistas que cenaban tranquilamente en la terraza de un restaurante del Port. El declarante sí ha admitido que tomó parte en la manifestación, pero ha asegurado que se trató de un acto pacífico.

Hoy también han declarado algunos de los testigos de los incidentes, que en medios empresariales y políticos fueron calificados de turismofobia. El abogado de los dos imputados, Josep de Luis, ha confirmado que de los doce investigados tan solo dos admiten haber tomado parte en el acto pacífico contra los males causados por el turismo masivo.