El golf de Camp de Mar, el único que esta legislatura ha recibido una sanción económica en firme por regar con agua subterránea, tiene recurrida la multa de 250.000 euros desde el pasado verano. "Consideramos que tenemos razón en nuestras alegaciones, pero si la conselleria no las atiende iremos por la parte contencioso-administrativa", explicó ayer Germán Pérez, abogado del golf ubicado en Andratx.

Inicialmente el Govern sancionó al complejo deportivo por la construcción de un pozo ilegal y por regar con agua subterránea. El primer concepto fue archivado después de que la actual propiedad, que gestiona el golf desde el 1 de enero de 2015, acreditara que el pozo fue construido con anterioridad.

En cambio, ha sido más problemático defenderse de la acusación de regar el césped con agua de acuífero. "Adquirimos el campo de golf tras un proceso concursal y con la obligacion de mantener todos los contratos existentes anteriores al concurso. Uno de ellos era con Aguas de Son Cabot, una empresa que nos suministraba agua de un pozo de regadío", valoró Sánchez.

"Cuando la conselleria nos abrió el expediente rescindimos nuestra relación con Aguas de Son Cabot e hicimos una inversión para sustituir ese pozo y depurar el agua. Por tanto no negamos que usáramos agua subterránea, pero insisto en que estábamos obligados por un juez a mantener nuestra relación con esa empresa", argumentó el abogado.