Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El César no solo ha de ser honrado

El juez Penalva se fió de una testigo volátil. Guillem Bosch

El César no solo ha de ser honrado, también ha de parecerlo. Dado el cesarismo literalmente bonapartista que disfrutan los magistrados, puesto que su casi inviolabilidad e irresponsabilidad les fue otorgada por Napoleón, pecan de improcedentes los mensajes de forofo remitidos por Manuel Penalva a una testigo volátil. La desconfianza es una virtud judicial.

Por desgracia, la historia no acaba aquí. Penalva se ha recusado a sí mismo, pero la Audiencia de Palma da marcha atrás en la lucha contra la corrupción. Visto que coinciden los defensores de la inocencia de Maria Antónia Munar y de Tolo Cursach, actuando en ambos casos por respetables criterios económicos, cabe apreciar la diferencia entre una presidenta de UM condenada a pena de cárcel y un empresario que gana batallas desde la cárcel. La perspectiva judicial se ha reorientado.

La Audiencia palmesana conmocionó al país entero por su postura decidida contra la corrupción. Mercedes Coghen, procesada en el caso Infanta, "me dijeron, sobre todo hay que evitar la Audiencia de Palma". En efecto, la trayectoria de la institución se interrumpió bruscamente con la dulce condena de Nóos. De ahí la recusación de Penalva, incompatible con la reciente sentencia de la Sala de lo Civil del Supremo que asume incoherencias o excesos siempre que sean en pro de la persecución de la dolorosísima corrupción.

La presidenta del juicio del caso Infanta y redactora de la sentencia es Samantha Romero, ponente ahora de la recusación del juez de Cursach. En aras de la transparencia absoluta a que obliga la publicación con efectos jurídicos de mensajes personales, y dado que se dilucida un caso de la siempre resbaladiza "amistad íntima", cabe referirse a la extensa crónica con aparato fotográfico aparecida en ABC el pasado septiembre. Describía con todo lujo de detalles la boda de la magistrada con Francisco José Cardona.

El diario monárquico resaltaba que "Romero y Cardona se conocieron en marzo del pasado año, dos meses después de que hubiera empezado el juicio del caso Nóos. Curiosamente, Cardona era amigo desde la infancia de Diego Torres, el principal acusado junto con Iñaki Urdangarin en la citada causa judicial".

"Curiosamente". O casualmente. (Dado que una jueza de primera instancia de Palma condenó a un demandado por pronunciar la palabra "casualmente", cabe destacar que se habla aquí exclusivamente del dominio de la casualidad o imperio del azar, sin impertinencias). Nadie señaló que el encabalgamiento del romance publicitado en ABC con la sentencia "compromete la apariencia de imparcialidad por cuanto perturba la imagen de exquisita imparcialidad y ausencia de valoraciones previas que debe presidir su actitud", según consta en el auto de la Audiencia citando el respaldo de la fiscalía a la descalificación de Penalva. Al contrario, la ponente del auto de recusación posee una sensibilidad más acusada para apreciar las contradicciones que las biografías imponen a los seres humanos, una categoría que todavía incluye a los magistrados aunque se crean semidivinos.

Penalva y el fiscal Subirán abordaron el grueso de la podredumbre mallorquina de fondo. Compromete a políticos y policías, la buena educación obliga a detenerse en estas categorías funcionariales. Mordieron más de lo que podían masticar, pero la ambición no es un vicio en ninguna investigación. Ante la corrupción, como ante el narcotráfico, no caben las posiciones intermedias. O se milita, o se condesciende. Este dilema afecta a todos los profesionales implicados y define el futuro de Mallorca. Negro, por tanto.

Compartir el artículo

stats