Un día después ha vuelto a suceder. Pasajeros que esta madrugada han viajado en el barco de Trasmediterránea que cubre la línea nocturna de Barcelona-Palma se han puesto en contacto con este diario para denunciar las escenas de saturación que han vivido a bordo, con viajeros obligados a dormir en el suelo de la cafetería y las zonas comunes del buque por falta de espacio en las butacas.

"El barco zarpó a alrededor de las doce de Barcelona, con un poco de retraso sobre el horario previsto. Yo regresaba a Palma y tenía billete de ida y vuelta en butaca, no compré el billete a última hora, pero cuando subí a bordo me encontré con que todas las butacas estaban ocupadas", explica a este diario un pasajero afectado por la situación de saturación, palmesano de 62 años.

"Finalmente uno de los pasajeros que viajaba en butaca abandonó su asiento, y aunque dejó un bulto para que nadie se sentara, aproveché el momento para hacerlo", comenta.

"El buque iba muy cargado, con diferentes grupos de estudiantes, y hasta tres grupos de personas y familias durmiendo en el suelo en zonas comunes y en la cafetería", denuncia. "También es verdad que algunos pasajeros que iban en butaca ocupaban dos asientos a la vez para descansar mejor y dejaban así a otros viajeros sin su asiento. Tengo 62 años y llevo toda la vida viajando en Trasmediterránea. Y la situación que he vivido esta noche me ha parecido totalmente irregular", asegura.

"Una vulneración clara del contrato"

Xisco Dalmau, director general de Consumo del Govern, ha sido muy claro refiriéndose a la situación vivida esta madrugada en el buque de pasajeros y también a la vivida ayer en la misma línea que cubre el trayecto Barcelona-Palma: "Si los pasajeros tuvieron que dormir en el suelo por falta de butacas se trata de una vulneración clara del contrato con la compañía. Aquí, por las imágenes y los relatos de los pasajeros, se ha producido un incumplimiento flagrante de las condiciones del contrato", considera.

"La compañía no puede reconocer que ha propiciado una situación de overbooking, porque se estaría exponiendo a una sanción. Pero me sorprende el caos organizativo que no ha sabido gestionar".

El director general de Consumo del Govern ha hecho un llamamiento a los pasajeros que se sientan perjudicados a denunciar la situación vivida ante el portal IB-Consum, que permite la denuncia telemática, o bien pidiendo cita previa al número de teléfono 900 166 000. "Nosotros tramitaremos la reclamación y la trasladaremos a Capitanía Marítima para que tome las medidas oportunas".

Como adelantó este diario, decenas de pasajeros del barco de la compañía Transmediterránea que el lunes a las siete de la mañana llegó al puerto de Palma procedente de Barcelona vivieron una auténtica pesadilla a bordo del buque, al verse obligados a descansar en el suelo durante las ocho horas de trayecto al encontrarse sin la butaca a la que creían tener derecho.

Trasmediterránea lamentó en un comunicado las molestias ocasionadas, pero negó que hubiera propiciado una situación de overbooking.

Según dijo, el buque partió con un total de 749 pasajeros, cuando puede transportar hasta 878. Y añadió: "Dado que se trataba de un regreso a Palma con mucha demanda, los primeros billetes en agotarse en el momento de la compra fueron las acomodaciones superiores, de camarotes y butacas turista. Los pasajeros con compra de última hora, una vez agotadas las plazas en camarotes y butacas, adquirieron billetes en asientos en zonas comunes, como figura en sus billetes y como se informa en la compra de los mismos", puntualizó.

No obstante, los pasajeros consultados por este diario desconocían que se pudiera viajar en un buque de Trasmediterranea sin acomodación de camarote o butaca. Y comentaron que de haberlo sabido no hubieran comprado el billete.