El sector balear de la construcción va a ser objeto de una campaña de inspecciones especialmente intensa, según advirtió ayer el conseller de Trabajo, Iago Negueruela, al considerar que en esta actividad se está dando un aumento de los accidentes y una tipología de los mismos que resultan "inaceptables", un hecho sobre el que fija una especial responsabilidad sobre el colectivo de los promotores. Como ejemplo, se subraya que se han dado siniestros en edificaciones de lujo que jamás deberían registrarse con las medidas de prevención existentes actualmente.

El conseller y la directora general de Trabajo, Isabel Castro, presentaron ayer los datos de siniestralidad laboral de las islas, que tienen como único elemento positivo que su crecimiento está perdiendo velocidad. En cualquier caso, el archipiélago sigue siendo la comunidad con el índice de accidentes laborales más elevado de España, seguida de Castilla y León, y su incremento duplica el de la media estatal. Mientras que en las islas este alza se mueve en torno al 2%, en el conjunto del país no llega al 1%, y solo Extremadura, la Comunidad Valenciana y Navarra han tenido un aumento más acentuado que el balear, según los datos del ministerio de Empleo. Por ello, Iago Negueruela reconoció que este problema es uno de los más importantes en el mercado laboral del archipiélago.

Según el citado informe, durante el pasado ejercicio se registraron en las islas 19.972 accidentes laborales, frente a los 18.428 de 2016, lo que supone un alza superior al 8% si se mide la siniestralidad en términos absolutos. De este total, 19.866 fueron de carácter leve, 92 graves, tres muy graves y once mortales. De estos últimos, cinco están vinculados con la actividad que desarrollaba el trabajador, y seis por otros motivos, como los desplazamientos que se producen entre el domicilio y el puesto de trabajo.

Hay que matizar que el índice de siniestralidad tiene en cuenta no solo la cifra de accidentes, sino también el número de personas trabajando (que en Balears está aumentando de forma notable, con ritmos próximos al 5%), lo que da como resultado que éste creció durante el pasado año casi un 2,1% en las islas, la subida más moderada de los últimos ejercicios, ya que durante el lustro anterior este porcentaje se ha estado moviendo en cada ejercicio entre el 5% y el 7% aproximadamente. Este aumento de 2017 se centra en los siniestros leves y en los muy graves y mortales al descender en los graves.

Dentro de los grandes sectores de la economía del archipiélago, se destaca el descenso en ese índice del 0,1% que se ha dado en la hostelería y del 2,5% en el sector servicios. Por contra, aumenta un 11,3% en la industria, , un 7,5% en la agricultura y un 5,9% en la construcción.

Alarma en la construcción

Es este último sector el que más preocupa en el Govern). Por ello, el conseller anunció que este año se van a intensificar las inspecciones sobre esta actividad, una iniciativa que se puede mantener durante los próximos ejercicios "si las cosas no cambian".

Iago Negueruela criticó no solo esa tasa de accidentes en el sector del ladrillo, sino además el hecho de que se estén dando siniestros que resultan intolerables a la vista de las medidas de prevención existentes, y apuntó que algún caso que se ha dado en el archipiélago puede derivar incluso en responsabilidades penales.

En relación a este punto, se destacó que alguno de estos incidentes se ha dado en la promoción de viviendas de lujo, y que en ellos aparecen mayoritariamente empresas con sede en las islas y no las llegadas de fuera.

En este sentido, el conseller fijó una especial responsabilidad en el caso de los promotores de estos inmuebles, al ser los que contratan a las empresas que van a desarrollar las obras y los equipos de prevención. Iago Negueruela recordó que la elección de las "mejores" firmas no debe de medirse exclusivamente por su precio, sino también en relación a las iniciativas que adoptan para salvaguardar la salud de sus plantillas, y apuntó que la seguridad de los trabajadores está por encima de los estrictos plazos que a veces se imponen para el acabado de los trabajos.

Aplicación de sanciones

En este sentido, Isabel Castro recordó que la colaboración que la Conselleria y la Inspección de Trabajo mantienen ha permitido que las actas de infracción en materia de prevención de riesgos laborales que se contabilizaron durante el pasado año en las islas se situaran en 614, con un aumento del 17,8% respecto a 2016.

Además, se señaló que algunos de los casos más graves detectados en Balears puede tener repercusiones penales, aspecto que se apuntó como clave a la hora de reclamar a las empresas que apliquen las mejoras necesarias en materia de prevención de riesgos.