La presidenta del Govern, Francina Armengol, apeló ayer hoy en su discurso institucional por el Día de les Illes Balears a "la libertad de expresión" y a no retroceder en derechos. "No nos podemos permitir ni un paso atrás. En la libertad de expresión florece nuestra mejor versión, en la educación germina el respecto y en la confluencia del respeto y la libertad encontramos siempre la respuesta acertada; esta es la fuerza de la democracia", ha afirmado Armengol. La jefa del Ejecutivo ha aprovechado para apostar por el "diálogo" que en Balears ha permitido recuperar "la paz educativa" y ha colocado a las islas en el camino hacia "la paz social", en una comparación implícita entre su Govern y el anterior Ejecutivo del popular José Ramón Bauzá.

La intervención de Armengol fue, en la práctica, un repaso de las políticas de su Ejecutivo en los aspectos que considera más relevantes. Para ello, ha aprovechado las características de los premiados con las Medallas de Oro de la Comunidad y los Premis Ramon Llull. Así, por ejemplo, la Medalla de Oro de la Comunidad a Carme Riera le sirvió para defender el valor del catalán como lengua cooficial de Balears al ensalzar a "una académica de la lengua española que es, a la vez, referente de la literatura en catalán, una doble virtud que sintetiza el valor integrador de las lenguas que compartimos".

El Premi Ramon Llull para la Taula de Xarxes del Tercer Sector Social le permitió resaltar las "políticas sociales pioneras, como la renta social, para estar peor de quienes peor lo pasan" y "la estrategia decidida para afrontar la cronicidad, con la que nos queremos avanzar al futuro" ante el envejecimiento de la población. "Nos tendrán a su lado para la mejora de las pensiones", resaltó respecto a la tercera edad. Además, incidió en "proyectos que están convirtiendo a Balears en pioneras en todo el Estado" en la lucha contra el cambio climático, con "el compromiso de todos de crecer de una manera mas sostenible".

La "apuesta por reforzar el tejido industrial, aprendiendo de empresas como Astilleros de Mallorca", Premi Ramon Llull, la vinculó a la política turística. "En Balears hay un presente de calidad de un turismo que sabe que más no quiere decir mejor y que invierte en consonancia", resaltó Armengol para quien "esta ha de ser la ruta para el resto de sectores, un tránsito hacia la modernidad que ya tiene el impulso de una apuesta de todos por la innovación, la investigación y la internacionalización".

Armengol también destacó el rechazo a la "violencia machista" y a "la violencia social de la discriminación", siguiendo el rumbo del Lobby de Dones, Premi Ramon Llull. "Hoy tenemos todos claro que la brecha salarial no puede existir en nuestro futuro, que la igualdad real todavía no existe, que hay que seguir luchando y reivindicando", afirmó la presidenta quien ha dejado claro el "apoyo a la huelga feminista internacional" convocada para el 8 de marzo.

"Libertad, educación, igualdad y respeto, estos son los pilares del progreso de unas islas que se enriquecen en este punto de encuentro que garantiza el diálogo leal y comprometido", añadió para destacar el "consenso" en la reivindicación "con una sola voz" de la financiación y el Régimen Fiscal Especial que "merecen" los ciudadanos de Balears. En este contexto pidió la misma unidad para "conseguir que el Estado compense realmente las desventajas de la insularidad".

La presidenta tampoco olvidó lanzar un mensaje contra la corrupción, una lucha representada en el Premi Ramon Llull al juez José Castro. Así, resaltó que "el progreso también se alimenta de la integridad y la constancia" de personas como él, "un mallorquín de Córdoba que trabajó sin descanso para contribuir a que estas islas recuperasen el camino de la ética y la honestidad que nunca deberíamos haber abandonado".

La jefa del Ejecutivo lanzó una defensa de la autonomía balear en sus 35 años de historia y ha afirmado que "ahora que soplan vientos de recentralización" es necesario "reivindicar más que nunca" que desde Balears se decide mejor "la educación, la sanidad, la política social y el modelo económico y de crecimiento que queremos".

"Construir una sociedad más justa nos obliga a redistribuir mejor la riqueza, abrir a todos las puertas de la prosperidad nos empuja a mejorar la educación y la formación, luchar contra la desigualdad nos estimula a reforzar derechos y ser más solidarios, afrontar el envejecimiento de nuestra población nos motiva a fortalecer nuestro Estado de Bienestar, encarar el futuro nos exige abrir el presente a nuestros jóvenes", concluyó Armengol como mensaje final.