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Previsiones turísticas

Palma se afianza como puerto base de cruceros

En 2018, habrá más compañías que tomen Ciutat como punto de principio y final de sus rutas

A punto de empezar el pico de la temporada de cruceros, las sensaciones que emite este sector son muy positivas, de consolidación. Así lo manifiesta el director general de CLIA (Asociación Internacional de Líneas de Cruceros) en España, Alfredo Serrano, quien destaca que este año se mantendrá al alza la actividad de Palma como puerto base. Es decir, como punto neurálgico de principio y final de travesías, y no como una escala más. En declaraciones a este diario, Serrano subraya que el año pasado el crecimiento de las líneas que tomaron Palma como puerto base fue del 25% y que este año continuará esa tendencia. Este hecho, dice, genera "más retorno económico". "Un estudio de la UIB llegó a la conclusión de que el gasto directo diario del crucerista en un puerto base es más del doble que del de tránsito", apunta. En los nueve primeros meses de 2017, llegaron a Balears cerca de 1,8 millones de cruceristas, en casi 700 buques. Grandes cifras que han contribuido al debate de la saturación en la isla -sobre todo en el centro de Palma-, pero que Serrano relativiza.

"Lo que pediríamos es un debate sereno, más científico, sobre la contribución de los cruceros a la congestión. A veces, se dan cifras que no son correctas", apunta el director general de CLIA España, incidiendo en que, pese a que se habla de unos dos millones de cruceristas, sería más acertado hablar de "dos millones de movimientos", que se traducirían en aproximadamente 1,3 millones de pasajeros, "gente respetuosa" con el entorno, remarca.

Con todo, valora que se hayan puesto en marcha iniciativas como los enlaces de bus a diferentes puntos de Palma para que no se concentren todos los turistas en el barrio antiguo.

En el horizonte del sector, sí que aparecen dos nubarrones. El primero, las manifestaciones de turismofobia. "Por supuesto que nos preocupan. Queremos sitios donde los turistas sean bien recibidos. Ellos no tienen la culpa", argumenta. Los cambios en el impuesto turístico -que, a partir de este año, los cruceristas tendrán que pagar desde el primer momento en que lleguen a Balears- han causado también malestar en el sector. "Los cruceros son el único medio de transporte al que se grava. Esto es discriminatorio", sostiene Serrano, quien refiere que las compañías no repercuten por ahora en los clientes la subida de precios, sino que la asumen en sus balances de pérdidas.

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