El hospital de Son Espases ha abierto un procedimiento para nombrar al jefe de servicio de Medicina Interna. Curiosamente quien se ha presentado para dicha jefatura, que si bien es cargo de libre designación pero es un puesto de larga duración, es el actual director médico del hospital de referencia, Javier Murillas. La dirección médica de Son Espases es cargo de confianza que se releva cada vez que hay un cambio de Govern, cosa que no pasa con los jefes de servicio que están más blindados a las cambios políticos.

Josep Pomar, el director gerente de Son Espases y quien nombró a Murillas director médico, ha establecido los nombres de la comisión que debe decidir al nuevo jefe de Medicina Interna del hospital universitario. Resulta que la mayoría de los integrante de este comité son subordinados de Murillas en el organigrama de Son Espases. Es el caso de Manuel del Río, su subdirector médico en Son Espases; Ernest Sala, jefe de Servicio de Neumología; Josefa Terrasa, jefa de servicio de Oncología (en este caso está de suplente) o Melchor Riera, coordinador de Medicina Interna. Todos ellos deberán decidir entre darle la plaza de jefe de servicio a su actual jefe o al médico internista y exdirector general con la consellera de Salud del PP Ana Castillo, Jaume Orfila. Son los dos únicos que se presentan.

Es cierto que también está en esta comisión Nacho García, director de asistencia sanitaria del IB-Salut y Francisco Cárceles, director de atención hospitalaria, también del IB-Salut. No obstante hay que tener en cuenta que estos dos últimos también son cargos directivos de la consellera socialista Patricia Gómez y Juli Fuster, director general del IB-Salut, al igual que el director gerente de Son Espases, Josep Pomar.

La trayectoria profesional como médico internista de Javier Murillas es intachable: investigador, médico con experiencia fuera de España y vicepresidente de la Academia Médica Balear. Lo que se pone en duda desde diferentes ámbitos sanitarios es si es ético optar a una plaza de jefe de servicio de Son Espases desde la condición privilegiada que supone ser director médico, cargó más alto en el escalafón sanitario del centro. Desde Son Espases recordaron que hay 800 médicos que son subordinados de Murillas. También explicaron que este tipo de cargos quien al final tiene la potestad de decidir es Josep Pomar. No obstante, Pomar tendría difícil de explicar el nombramiento de otra persona para el puesto de la que haya propuesto la comisión evaluadora.

Otra de las curiosidades es que se exime de conocer catalán para optar a esta plaza de jefe de Medicina Interna de Son Espases, después del revuelo montado con el decreto del catalán en la sanidad pública.