El presunto reetiquetado y posterior comercialización de alimentos caducados o próximos a hacerlo en el que habría incurrido la empresa Miguel Socias Soler S.L. de Inca, ha removido al sector de la distribución en Mallorca. El presidente de la Asociación de Distribuidores de Alimentos y Bebidas de Balears, Bartolomé Servera, lamentó ayer la alarma creada con este caso, sobre todo a raíz de las declaraciones de responsables de Salud Pública en las que aseguraron que las presuntas actuaciones de la empresa inquera "no son una práctica aislada" en las islas.

Servera lamentó asimismo el daño que se está haciendo no solo al sector de la distribución de alimentos sino también al de la restauración y al turístico por hechos que calificó de "puntuales" aunque, puntualizó, "nos están afectando a todos".

"Es un hecho gravísimo que nos afecta a todos. Los distribuidores están muy molestos", recalcó el presidente de esta patronal.

Sobre el caso de la empresa de Inca, Servera no quiso entrar a valorar los motivos de la suspensión de su actividad, aunque sí admitió que en el sector se conocía que estaba cerrada desde al menos hace diez días.

Lamentó asimismo por último la imagen que desde la conselleria de Salud se ha dado a su colectivo al afirmar que entre ellos se avisaban para eludir las inspecciones sanitarias.

Sin embargo, en la información publicada en este diario, la jefa de seguridad alimentaria de Salud Pública se había limitado a decir que no podía facilitar muchos detalles sobre el modus operandi de estas empresas "porque en estos momentos tenemos otros expedientes abiertos por esta causa y entre los presuntos infractores se comunican para eludir nuestras inspecciones".

Al conocer las declaraciones del presidente de la patronal de distribuidores, una responsable de Salud Pública prefirió no entrar a valorar esta opinión ante unas prácticas que, subrayó, "son mucho más habituales de lo que nosotros esperábamos".