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Boulevard

Pedro Sánchez se divorcia por poderes de Francina Armengol

Con unos accesos más que peligrosos, el Túnel de Sóller ha batido en febrero sus marcas de gratuidad, con la cifra estival de doce mil vehículos diarios en el fin de semana de la nieve

La única coincidencia entre las instituciones catalanas y La Moncloa consiste en que las reuniones a ambos lados de la muralla están presididas por pintores catalanistas como Tàpies, Barceló, Ràfols-Casamada o Miró, que corona la mesa del Parlament.

Es impreciso afirmar que Francina Armengol ha renunciado a personarse en el comité federal del PSOE que decapita a los barones. Es Pedro Sánchez quien se ha divorciado absolutamente de su pareja de hecho, por poderes. En cuanto los ha recuperado por la vía de los militantes, ha cortado todas las comunicaciones con la lideresa que fue su confidente privilegiada, y que le animó a entablar negociaciones que el bello no supo encauzar.

Mientras se sucedían las elecciones generales, Puigdemont le suplicaba a Armengol "dadnos una salida", pero el secretario general indeciso se encelaba en que los números no cuadraban. Tras la complicidad, en Ferraz escuece todavía el apoyo a Patxi López, cuando Armengol sopesó erróneamente que Sánchez había enloquecido y que carecía de la mínima oportunidad.

Para el resucitado Sánchez, la venganza es más urgente que la política. Toda la gloria para el ganador. Se amortiguan los ecos del interregno en que Armengol, siempre dicharachera en Madrid, pudo ser la primera secretaria general de los socialistas estatales. En Ferraz ni le cogen el teléfono al PSIB, que es ahora mismo un partido independiente y desgarrado, aislado no solo geográficamente.

De ahí las muestras de afecto compensatorias hacia Armengol en el Cercle d´Economia por parte de Rubalcaba, otra víctima de Ferraz. El destierro ha conducido esta semana al alineamiento táctico y tántrico de la presidenta del Govern con Susana Díaz. Entenderán pues que Balears no debe confiar en que Sánchez interceda ante su amigo M. Rajoy, para mejorar la infrafinanciación de la comunidad. La consellera Cati Cladera cifra el desfase en cinco mil millones, pero el informe de la Sindicatura y la propia comunidad lo rebajan a 3.400. La diferencia con cero es la misma en ambos casos.

La única coincidencia entre las instituciones catalanas y La Moncloa consiste en que las reuniones a ambos lados de la muralla están presididas por pintores catalanistas como Barceló, Ràfols-Casamada o Miró, que corona la mesa del Parlament de Cataluña en la imagen que hoy nos ilustra. A propósito, era de esperar una reacción contra la posibilidad de que la Sanidad también atienda a los pacientes en catalán, pero nadie imaginaba que procedería de Menorca. Ya saben que no está capitaneada por Úrsula Mascaró, sino por la batalladora jefa de servicio de Son Espases.

La coordinadora de festejos de Més sufrió un serio bajón con la caída de Biel Barceló en Santo Domingo. Por suerte, la formación ecosoberanista se ha revuelto con agilidad felina para mantener enhiesto el pabellón del jolgorio. Miquel Ensenyat se ha sacrificado para que no quede duda alguna de que gobernar es una fiesta exigente, de 24 horas diarias. En cambio, nos felicitamos de que el semialcalde Antoni Noguera haya sentado la cabeza.

En cuanto Ensenyat encuentre un rato libre para gobernar, conviene que deje de excusarse en las asfixias presupuestarias para revisar a fondo los peligrosos accesos a la boca del Túnel de Sóller. Están calculados para vehículos a escasa velocidad que han de desfilar por taquilla, y hoy reciben a coches acelerados por la gratuidad. En febrero ya se han notado los efectos de la desaparición del peaje, aunque la saturación llegará con las flotas de alquiler a partir de Semana Santa. En el pasado fin de semana con nieve, se superaron los doce mil coches diarios, unos resultados prácticamente estivales. Y sin turistas.

La presidenta de la Federación Hotelera, tan lógicamente preocupada por la pésima imagen de Mallorca que conllevan la ecotasa y la turismofobia, seguramente no tardará en denunciar el pésimo rédito publicitario de que el nombre de la isla sea arrastrado en las querellas interpuestas por la fiscalía de Miami Beach. El ministerio público estadounidense y la prensa de Florida se han encargado de resaltar el vínculo mallorquín con la presunta corrupción de una cadena local. Luis Riu tiene todo el derecho a defenderse pero, cuando sentencia que "ningún funcionario hizo algo impropio", excede su radio de conocimiento. ¿Cómo lo sabe? Siguen aferrados a los patrones insulares. No solo somos inocentes por definición, también señalamos a los intocables que nos acompañan "eficientes" en pureza.

Riu podía presumir hasta la fecha de la mejor imagen entre las gigantescas cadenas turísticas mallorquinas. Los términos en que se expresan sus dirigentes ­—"seguir sobornando"— provocan un daño reputacional, por no hablar del estupor ciudadano al observar cómo regalan suites a mil euros la noche en el Caribe, y después ponen el grito en el cielo por tres euros de ecotasa en Mallorca. Las catástrofes que se han abatido sobre el grupo desde que Carmen Riu abroncó a Francina Armengol en Fitur, obligan a creer en el poderoso maleficio del Consolat.

Tenemos la solución en casa. El filósofo y surfista francés Frédéric Schiffter escribe en Días perdidos que "si se quiere desradicalizar a los chicos y chicas candidatos a la jihad, lo más recomendable es ofrecerles un verano en Ibiza. No tardarían en comprobar que las veladas descreídas de Pachá valen mas que una eternidad en el paraíso". Vean El hilo invisible, para juzgar por ustedes mismos.

Reflexión dominical benévola: "Benaventurats els que saben que és més útil l´odi d´un rival que l´elogi d´un adulador". (Pere Antoni Pons en Fruites mortes, con pinturas y esculturas de Andreu Maimó).

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