La presidenta del Govern y secretaria general del PSIB, Francina Armengol, será una de los tres barones del partido que no acudirá el sábado a la reunión del Comité Federal, en donde se votará el nuevo reglamento elaborado por el equipo de Pedro Sánchez, que desarrolla los estatutos del partido, con el que el líder socialista reforzará su poder mientras que disminuye el del Comité Federal, al igual que el de los dirigentes territoriales. Armengol, la andaluza Susana Díaz y el valenciano Ximo Puig ya han anunciado su ausencia de la reunión, alegando en los tres casos motivos de agenda por actos que ya tenían comprometidos como presidentes de sus respectivas comunidades autónomas.

Oficialmente no se han opuesto al nuevo reglamento, pero fuentes del partido confirmaron que de este modo Armengol, igual que Díaz y Puig, evitarán que se les vincule con las nuevas normas. En el caso de la presidenta del Govern, el acto al que asistirá será el pleno de investidura del socialista Gori Estarellas como nuevo alcalde de Llucmajor, en sustitución de Bernardí Vives por el pacto entre PSIB, El Pi y Més.

El secretario de Organización del PSOE nacional, José Luis Ábalos, quitó ayer importancia a estas ausencias. En una entrevista en 'Los Desayunos de TVE' recogida por Europa Press, el dirigente socialista afirmó que no es "la primera vez" que algún barón del partido no acude a la reunión del Comité Federal porque "prioriza" la agenda institucional a la orgánica. "Tampoco va a ser la primera vez que haya un Comité Federal con alguna ausencia, siempre ocurre", apostilló. Añadió, sin señalar a ninguno de los miembros de este órgano "por no entrar en polémica", que hay personas que se han ausentado más veces que las que han acudido. "Respeto siempre la posición y a quien hay que preguntar es a los interesados", concluyó.

La ausencia de una reunión del Comité Federal en la que se traten cuestiones de relevancia no es habitual en Armengol. En este caso, el reglamento que se aprobará supondrá un cambio en profundidad de las normas del partido. A partir de ahora, las decisiones sobre los pactos postelectorales las tendrán los militantes, a los que también será obligatorio consultar, con carácter vinculante, los pactos de investidura que den el gobierno a otro apartido. Además, entre otras cuestiones, se impedirá que el Comité Federal pueda acabar con el secretario general, como ocurrió con Sánchez, cuya revocación quedará también en manos de los militantes.