Varios funcionarios de la cárcel de Palma pusieron ayer en duda la versión de 'El Ico', el joven de Son Banya, que denunció que un trabajador de la prisión le había obligado a firmar una carta en la que exculpaba a un policía local, implicado en la trama corrupta. Los testigos dijeron que el hijo de 'la Paca' es una persona con muy poca credibilidad y recordaron que en el patio de la cárcel, con un periódico en la mano, presumía de que había conseguido meter en prisión a varios funcionarios. Uno de ellos aseguró incluso que le indicó que el próximo en ingresar sería él, ya que tenía influencia en el juzgado. Estas frases las comunicó a la dirección.
También declararon ayer en el juicio contra el policía local y el funcionario de prisiones otros agentes. Se trataba de policías que fueron advertidos por Jaime Garau, exsindicalista, que fueran con cuidado con las manifestaciones que realizaban sobre la trama corrupta que estaba investigando el juzgado. Garau les adelantó que el caso no tendría ningún recorrido y que después se presentarían denuncias contra estos policías.
La fiscalía retiró el delito de tráfico de drogas contra los acusados, pero mantuvo el de contra la administración de justicia. Solicita para cada acusado una pena de dos años de cárcel. El fiscal Subirán recordó que 'El Ico' es un delincuente y un toxicómano, pero que no por ello se debe concluir que está mintiendo cuando contó que le estaban obligando en la cárcel a firmar una carta a favor de Garau. Recordó en su informe que fue precisamente el abogado del policía el primero en interesarse en el juzgado por la llegada de esta carta, de la que no se tenía conocimiento.
Los dos abogados defensores niegan la coacción y mantienen que el principal testigo de la acusación es un mentiroso.
