El juzgado de instrucción 2 de Palma ha citado, en calidad de imputados (investigados) a doce miembros de la organización nacionalista de izquierdas Arran, por la protesta con bengalas realizada el pasado verano en el Port de dicha ciudad contra la masificación turística. Los encausados están acusados de tres presuntos delitos: desórdenes públicos, daños y amenazas, y declararán el próximo 9 de marzo. Los hechos ocurrieron el 22 de julio del año pasado en el Port de Palma, pero no se conocieron hasta unos días después cuando se difundió un vídeo de la protesta.

La concentración tuvo lugar junto a las terrazas de un restaurante, que estaban llenas de comensales, y también al lado de unos pantalanes, donde había yates amarrados, algunos de ellos también ocupados por turistas.

Los hosteleros de la zona se declararon molestos con la acción y formularon denuncia ante la Policía. El caso correspondió al juzgado de instrucción 2 de Palma, que recibió un atestado policial sobre el incidente.

Bengalas de humo

La protesta fue muy llamativa dado que algunos manifestantes encendieron bengalas de salvamento de humo rojo, lo que provocó una humareda en la zona.

La denuncia imputa a los militantes y simpatizantes de Arran el delito de desórdenes, por la supuesta alteración del orden público. También se les atribuye un delito de daños y otro de amenazas, ambas figuras pueden estar penadas con cárcel, dependiendo de su gravedad.

La concentración formó parte de una campaña contra el turismo masivo y los perjuicios que causa en el medio ambiente y en el derecho a una vivienda digna de las islas.

Desde algunos partidos políticos, el Govern y otros ámbitos, se calificó a los jóvenes de violentos y de exteriorizar la turismofobia, un actitud que se valora como muy negativa para la imagen de Balears como destino turístico.

Los portavoces de Arran en Palma, Àngels M.J. y Pau Oliver, salieron al paso en agosto de esas críticas.

"Arran no es turismófoba", lo que queremos es un control y una regulación de esa actividad económica que sabemos que no va a desaparecer", explicaron los dos jóvenes.

Precariedad laboral

"Está claro que el turismo masivo ha provocado muchos problemas: falta de vivienda, destrucción del medio ambiente o aumento de la precariedad laboral", añadieron.

Los portavoces negaron también haber atacado a ningún yate durante la protesta. "No fuimos violentos con nadie, ni atacamos los yates, ni hicimos daño a nadie ni a nada", señalaron.

Desde Arran también se desmintió que hubieran causado daños al restaurante afectado. "Solo tiramos confetis", aseguraron.

"Nuestra intención era hacer difusión mediática de nuestras reivindicaciones y por eso solo exhibimos pancartas, encendimos alguna bengala, tiramos confetis al establecimiento, lo recogimos todo y nos fuimos".

En el vídeo se puede ver a una persona que está en un yate y sale corriendo. La organización independentista precisó que esta persona no era ningún participante en la protesta y que sí era un ocupante de un barco que se asustó con el humo y salió corriendo.

El juzgado también ha citado a varios testigos para que expliquen su versión de los hechos.

A Arran también se le atribuyó otra acción contra el turismo, que fue asimismo grabada en vídeo. En esa protesta unos encapuchados detuvieron un autobús turístico en Barcelona, amenazaron al conductor, pintaron con espray en la carrocería y rompieron una luna.

Iglesia de Sant Miquel

Con Arran también se vinculó a un grupo de jóvenes que en 2014 interrumpió una misa en la iglesia de Sant Miquel de Palma, para defender el aborto libre. Los jóvenes fueron juzgados y condenados por la Audiencia a un año de prisión por un delito contra la libertad religiosa. El Tribunal Supremo confirmó recientemente dicha sentencia.

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