Todas las comunidades autónomas con dos lenguas oficiales han adoptado medidas con el fin de que el conocimiento de la lengua propia tenga un importante peso a la hora de acceder a un puesto en la administración autonómica, incluyendo la sanidad pública.

Galicia: Examen de gallego

En las oposiciones para el Servicio Gallego de Salud hay un examen obligatorio de gallego, aunque no es eliminatorio. Sólo están exentos los que acrediten el Certificado de Estudos en Lingua Galega. Así, por ejemplo, el decreto de noviembre del pasado año, por el que se aprueba la oferta de empleo público establece que “para darle cumplimiento a la normalización del idioma gallego y garantizar el derecho de personas usuarias de los distintos servicios sanitarios del Servicio Gallego de Salud a su uso, así como la promoción del uso normal del gallego por parte de los poderes públicos de Galicia” en las oposiciones “se incluirá un examen de gallego”, excepto para los que “acrediten el conocimiento de la lengua gallega conforme a la normativa vigente”.

Cataluña: Nivel C1

Los profesionales sanitarios deben acreditar que cuentan con el nivel C1 de catalán, que obtienen al acabar la ESO, para optar a una plaza o superar una prueba de nivel que, en caso de no aprobarla les impide presentarse a las oposiciones. Los que disponen del nivel C2 logran más puntuación.

Euskadi: puntuación determinante

Todas las plazas tienen fijado un nivel lingüístico para ocuparlas, aunque no en todas es un requisito. Sin embargo, el conocimiento de euskera puntúa tanto en las oposiciones que en la práctica puede marcar la diferencia entre obtener o no la plaza.

Comunitat Valenciana: requisito tras lograr la plaza

El conocimiento del catalán es un requisito, pero puede cumplirse una vez obtenida la plaza a través de cursos de catalán que ofrece la administración. Sólo se valoran los certificados de la Junta Qualificadora de Coneiximents de Valencià.