El Govern balear va a empezar a atacar la saturación turística que contamina todo el archipiélago en temporada alta en Formentera, declarada "en riesgo de sostenibilidad ambiental". El Ejecutivo está tramitando por la vía de urgencia una ley inédita en el Estado español que propone restringir la circulación de vehículos por la isla en verano.

Todavía no hay cifras para cuantificar esas restricciones -la ley está ahora en fase de participación pública-, pero el Ejecutivo autonómico asume que Formentera ha excedido en mucho su capacidad de carga, tanto en su único puerto como en su modesta red viaria de 33 kilómetros.

"Hemos encontrado una fórmula para regular los vehículos en Formentera basándonos en las competencias de movilidad sostenible", indicó ayer Francina Armengol en la isla pitiusa, a donde se desplazó para presentar la ley junto con el conseller de Territorio y Movilidad, Marc Pons, y el presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer. "Es una apuesta valiente y decidida desde un punto de vista ecológico y ambiental", valoró la presidenta del Govern.

El Consell de Formentera, administración que velará por la aplicación de la normativa, ha elegido un sistema de tarjetas para cribar vehículos. De este modo, la institución insular tendrá la potestad para expender o negar las autorizaciones a turistas, vehículos profesionales y coches de alquiler, cuya flota en la pequeña isla se limitará significativamente. También la de motos, vehículo elegido por muchos turistas para recorrer la isla.

El Govern espera aprobar la normativa en enero de 2019 y aplicarla esa misma temporada alta. La ley irá acompañada por una fuerte apuesta por el transporte público y el vehículo eléctrico.

"Se necesita una buena red de transporte público y un buen planteamiento de movilidad en la isla", valoró. "El Govern es consciente de que Formentera es una isla pequeña, un territorio limitado y frágil", añadió la presidenta.

Esta normativa nace de un largo debate y cuenta con el apoyo de todos los grupos políticos de la isla, además de un apoyo social prácticamente unánime.

La nueva normativa tiene otras aristas. Establecerá un número máximo de vehículos de alquiler; potenciará el uso de vehículos eléctricos, tanto públicos como privados; y llevará a cabo proyectos destinados a alcanzar más sostenibilidad ambiental con la creación de un programa que tendrá una vigencia de dos años.

Escasos referentes

El Govern se ha fijado en los ejemplos de Capri y algunas islas de los Países Bajos, las excepciones en una Europa que apenas ha puesto en marcha iniciativas como esta.

Mallorca ya ha ensayado restricciones de tráfico para combatir la saturación turística, aunque a menor escala. El pasado verano se restringió a solo 35 al día el acceso de autocares a sa Calobra. Y a partir de este año se vetará el acceso de vehículos particulares a Formentor, que contará con un servicio de autobuses lanzadera que conducirán a una de las zonas más saturadas de la isla en temporada alta.