Las pequeñas y medianas empresas de la isla deben unirse porque de esta forma son "más fuertes" y pueden constituir un lobby desde el que presionar a las Administraciones públicas, según defendió ayer el presidente de la patronal Pimem, Jordi Mora, durante el acto de entrega de los premios que esta confederación concede y que nacen con la vocación de ser "de prestigio".

El premio a la responsabilidad y ética empresarial recayó en Fet a Sóller-Sa Fàbrica de Gelats; el del sector del comercio a Agromart; el del sector servicios a Àngel24; el del sector industrial a Teixit Vicens; el de innovación empresarial a Fábrica Ramis; el del sector turístico a Grupo Tast; el de asociación empresarial al Gremio de Peluquerías (Grepels-Gapb); y ya con carácter crítico, el premio Vinagre fue para la concesionaria del párking del hospital de Son Espases.

Jordi Mora justificó la vocación de prestigio de estos galardones por el jurado que los selecciona, formado por la Universitat, la Cámara de Comercio, la Dirección General de Consumo, el Colegio de Titulados Mercantiles, el presidente del Sistema de Arbitraje, la Dirección General de Transparencia y el Colegio de Economistas. La única excepción es el premio Vinagre que se concede por votación popular. Además, los galardones pueden recaer sobre cualquier pequeña o mediana empresa, sin necesidad de estar afiliado a Pimem.

Respecto a la necesidad de que las pymes isleñas se unan y constituyan un lobby, Mora recordó que esa presión ha permitido modificar la ley de licitación pública para que las pequeñas empresas puedan participar, la previsión de que este año se apruebe una nueva ley sobre la morosidad, o la decisión del Govern de que se recurra al producto local en los comedores escolares y similares.

Igualdad de oportunidades

Jordi Mora vaticinó además que durante los próximos meses se va a tener que hablar del capitalismo inclusivo y de la igualdad de oportunidades entre las empresas, lo que supone que todas pueda competir en igualdad de condiciones.

El acto, que tuvo lugar en el Palacio de Congresos de Palma y contó la asistencia de un numeroso público y de autoridades como la presidenta del Govern, Francina Armengol;la delegada del Gobierno, María Salom; el presidente del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat; y el alcalde de Palma, Antoni Noguera, entre otros.

Precisamente la encargada de cerrar el acto fue la presidenta Armengol, que reivindicó el régimen especial para las islas como vía para mejorar la competividad de las pequeñas y medianas empresas del archipiélago.

Además, destacó el papel que las pymes juegan para la economía al suponer el 97% del tejido empresarial de Balears, y recordó las iniciativas desarrolladas por su Govern para beneficiarlas.