El excampeón de Fórmula 1 Niki Lauda pagará 30,3 millones de euros por la adquisición de la filial austriaca de Air Berlin, Niki, compañía que él mismo fundó en el año 2003. Además de esta compra, el ahora empresario tiene previsto realizar una inyección de liquidez de otros 16,5 millones, según informó el diario alemán 'Bild'.

La oferta económica planteada por Lauda supera a la realizada por IAG para hacerse con Niki e incorporarla como subsidiaria de Vueling. El 'holding' propietario de Iberia y British Airways ofreció 20 millones de euros y una inyección de 16,5 millones de euros en el proceso de insolvencia en Alemania.

El diario, que cita fuentes cercanas a la operación, detalla que aproximadamente la mitad del pago total se destinará a subsanar el préstamo que recibió Air Berlín, matriz de Niki. Este dinero lo recibió por parte del Gobierno alemán cuando se declaró insolvente el pasado mes de agosto. Asimismo, detalla que Lauda ya ha pagado 12 millones de euros.

El excampeón de Fórmula 1 quiere retomar el funcionamiento de la compañía a finales de marzo con 15 aviones. En un principio, volará bajo la marca LaudaMotion dedicada a los vuelos chárter de negocios.

La sociedad que lleva su nombre, dedicada a vuelos charter, posee el necesario Certificado de Operador Aéreo (AOC, por sus siglas en inglés). De momento, no está claro si Niki volará también bajo este nombre. El excampeón de Fórmula 1 podría cooperar con Thomas Cook, a través de su aerolínea, Condor para operar en algunas rutas.

Lauda fundó Niki en 2003 y ocho años después, en 2011, la vendió a Air Berlin. El empresario austriaco también intentó junto a la compañía británica Thomas Cook hacerse con una cuarta parte de los activos de la insolvente Air Berlin por los que llegó a ofrecer 100 millones de euros.

La línea aérea Niki cuenta en estos momentos con una plantilla de 1.000 personas y 21 aviones, que no pertenecen a la compañía sino que son alquilados. El principal activo de la aerolínea es en estos momentos sus derechos de despegue y aterrizaje ('slots') en aeropuertos como Viena, Palma de Mallorca o Düsseldorf.